PoV
Corlys Velaryon
Corlys es quien da la orden.
Tokens
Bruma
Bruma y Addam deben encargarse de esta misión
Ejércitos
- Bruma (Alzado) , en A Desembarco grupo VERDE [Numeroso –2, Dragón] FUE: 30.0
Objetivo
Eliminar el puente por completo
Misión
Bruma irá a destruir el puente, destrozadito completamente.
Localización
Desde Desembarco hasta Puente
Un pequeño grupo necesita muy poco tiempo para ir desde Desembarco hasta Puente
- 2 hexágonos de llanuras, a marcha muy rápida en 4 horas
Roleo
La noche estaba especialmente oscura sobre las tierras que rodeaban Desembarco del Rey. El aire fresco del otoño acariciaba el rostro de Addam Mares mientras miraba al horizonte desde su montura. Bruma, su dragón, se mantenía firme bajo él, un gigante de escamas grises que parecía fusionarse con las sombras de la noche. El joven sabía que la misión que tenía por delante no era sencilla. El ejército del Dominio, reforzado y en marcha, se aproximaba, y el puente del Aguasnegras era la clave para retrasar su avance.
El sonido del viento rugiendo entre las alas de Bruma llenaba el silencio de la noche. Addam apretó las riendas, sus ojos fijos en el objetivo. De alguna manera, él y su dragón debían atravesar el cielo en total sigilo, sin que el ejército enemigo tuviera tiempo de reaccionar, para llegar al puente que cruzaba el río Aguasnegras y destruirlo.
La misión era clara: evitar que el ejército del Dominio tuviera una vía rápida hacia la ciudad. Si lograban derribar el puente, no solo retrasarían su marcha, sino que también ganarían valiosos días para las fuerzas de Rhaenyra. La tarea de Addam Mares era tan crucial como peligrosa. Los hombres del Dominio no tardarían en descubrir el sabotaje, y él debía desaparecer antes de que pudieran interceptarlo.
“Bruma”, susurró el príncipe con determinación, sintiendo la conexión profunda con su dragón. “Es ahora.”
Bruma emitió un rugido bajo y profundo, y con un batir poderoso de sus alas, se alzó en la oscuridad, dejando atrás las colinas que rodeaban Desembarco del Rey. Volaron hacia el oeste, la silueta de la ciudad desapareciendo rápidamente a medida que se adentraban en la noche.
Al llegar al Aguasnegras, la imponente estructura del puente era aún visible en la distancia, la silueta del hierro y la piedra destacando sobre las aguas oscuras. Addam dio la señal, y Bruma descendió con velocidad, sus alas cortando el aire como cuchillas. Al llegar lo suficientemente cerca, el dragón exhaló una llamarada ardiente que iluminó el cielo nocturno, alcanzando las bases del puente. El fuego se esparció rápidamente, envolviendo las estructuras de madera y metal, mientras el agua bajo el puente comenzaba a burbujear debido al calor extremo.
En pocos momentos, el gran puente cedió bajo el furioso calor, sus cimientos destruidos, y la estructura colapsó, cayendo a las turbulentas aguas del río. Addam, aún sobre Bruma, observó con una mezcla de satisfacción y tensión. La misión había sido un éxito, pero su tiempo ya se agotaba. No podían quedarse mucho más tiempo.
“Volvamos”, dijo, y Bruma, sin necesidad de más palabras, giró en el aire, tomando rumbo hacia el este. Mientras el resplandor del fuego iluminaba las aguas del Aguasnegras, Addam sabía que su acción había dado tiempo a las fuerzas de Rhaenyra. Sin embargo, el precio del retraso sería alto. La guerra no hacía prisioneros, y ahora todo dependía de la rapidez con la que el enemigo pudiera reorganizarse.
Con el corazón acelerado y el viento frío cortando su rostro, Addam Mares y Bruma volaron de regreso al refugio seguro de la Reina. La guerra continuaba, pero el puente del Aguasnegras ya no era un obstáculo.