PoV
Criston Cole
Este texto estará oculto
Tokens
El poder del dragón verde
El llamado “partido de los verdes” está bajo el auspicio de Otto y Alicent Hightower, miembros de una de las casas más fabulosamente ricas de los Siete Reinos. Antigua rivaliza con Desembarco del Rey y Lannisport, y los hijos de Alicent y Viserys Targaryen llevan en sus venas sangre del dragón y del faro. Los poderosos recursos del Dominio pueden estar a disposición de aquellos que precisen de su riqueza y contactos para avanzar la posición del partido
La espada del pueblo
Ser Criston Cole, el caballero que emergió de entre el polvo para convertirse en Guardia Real, Protector de la Princesa y uno de los mejores espadachines que ha visto el Reino. Su nombre no evoca el pedigrí e historia de nobles de rutilante apellido, bella armadura y enorme castillo, pero sí el de un hombre emergido del pueblo y construido a sí mismo. Los hombres y mujeres de Desembarco lo miran al pasar, y las leyendas hablan de aquel que entiende, como nadie, al pueblo llano. Un poder que Aemond no desprecia
Ejércitos
Ninguno, Ser Criston Cole
Objetivo
Investigar a los miembros de la Guardia Real. Quién queda, quién se ha marchado (asumo que Steffon Darklyn, por lo que me han dicho) y quiénes son los leales. El objetivo es tener lista una especie de Guardia Real para Aegon pronto y poder retar a duelo a los traidores
Misión
Criston Cole, como Lord Comandante que va a ser de la Guardia Real, rebusca entre sus miembros a quienes han traicionado la confianza de Viserys, quiénes han huido con Rhaenyra y quiénes son leales. Para ello tiro de su token de reputación y la economía de los Targaryen. El objetivo es tener toda la información posible para poder retar, en público, a Steffon.
Localización
Desembarco del Rey
Roleo
La corona robada y Fuegoscuro desaparecida. Criston Cole había ayudado a sacar la flota de Desembarco del Rey, pero había retornado a una Fortaleza Roja desolada. La tensión podía palparse, las caras largas de Hightower y Targaryen no habrían desentonado en un funeral. Sin los símbolos de poder de las últimas coronaciones, ¿habría quien despreciara a Aegon II?
Había que tomar medidas. Neutralizar a los traidores. Una búsqueda rápida de qué Capas Blancas aun estaban con ellos y quiénes no. Luego tocaría la Guardia de la Ciudad, con sus resplandecientes capas doradas y su adoración por Daemon. Pero había que ser rápidos, efectivos, brutales. No podía concebir que un hombre de la Guardia, que había jurado dar la vida por la voluntad del Rey, lo traicionara de esta manera.
Y si uno de ellos había robado la Corona, él lo retaría a duelo.