PoV : Princesa Rhayna Martell en Lanza del Sol
Token :
Rhayna Martell-Nymeros. Ella misma es quien realiza la misión.
Sombras en un mar de arena brillante. Rhayna hará uso de su red de espías e informadores para que le digan quién es Jokar Naharis.
Objetivo :
Levantar en armas a Casas de las Islas del Hierro en varios pasos.
Rhayna sabe que los movimientos contra las Marcas han iniciado una guerra que no puede ganar. Aunque la Compañía Dorada llegara a tiempo, lo único que haría sería darle algo de tiempo para negociar una rendición digna. Pero puede ganar tiempo y ventajas por otro lado: las Islas de Hierro.
Sabe que no puede simplemente pedirles que luchen contra Occidente o el Dominio como tampoco puede manipularlos como si fueran niños. Tampoco necesita que hagan eso, al menos no todos. LE basta con que algunos capitanes, los más pendencieros, comiencen a pisar tierra firme en las costas de Occidente o el Dominio, o ambas, incluso que vean con buenos ojos la isla de El Rejo.
Quellon Greyjoy es un Señor que no tiene todos los apoyos que pudiera tener debido a que prefiere estrechar lazos con las Casas del continente, así que el primer paso que hay que dar es identificar cuáles son las Casas que estarían más dispuestas a pagar el precio del Hierro.
Rhayna enviará a sus espías en barcos mercantiles que lleguen hasta las Islas del Hierro. Allí, recabarán información para saber qué capitanes podrían ser susceptibles de ser convencidos - o pagados - para atacar la costa de Occidente o el Dominio.
Roleo :
Gully Arena, bastardo de Dorne, pirata y mendigo, se ocupaba de las faenas del barco en el que se había enrolado cuyo destino era las Islas del Hierro; nunca faltaban marinos en viajes como aquel ya que pocos querían llegar tan lejos y con un destino tan peligroso como aquellas malditas islas rocosas repletas de pendiencieros. Pero Gully no iba a enriquecerse sino a jugarse el pellejo de una forma más sutil que la de mercedear con saqueadores. Iba a saber quiénes eran los más pendencieros de aquellos saqueadores. Y, si no se equivocaba, su patrón le pediría después que los contratara. O al menos, que los convenciera de lo fácil que sería tomar El Rejo, Robleviejo o a saber qué castillo del Dominio.
A Gully le preocupaban muchas cosas acerca de aquella misión pero no le preocupaba tanto como el decirle que no a su patrón porque sabía quién estaba dando la orden, y si a alguien le tenía miedo era a la Señora de Lanza del Sol.