− Es una vergüenza, ¡una vergüenza! −Brendan no podía ocultar su indignación mientras exponía los detalles del ataque que había sufrido. Los miembros del consejo del rey presentes, junto con la reina del Norte escuchaban el relato con cierta incredulidad− Bandidos tan cerca de nuestras tierras… Es una afrenta a nuestra autoridad. Padre, permíteme traer a esos hombres ante la justicia.
− Hmmmm, sí, tal vez alguien debería ocuparse de eso… −Torrhen se acarició la barba, pensativo− Pero es una labor demasiado peligrosa para un príncipe. ¿Qué opináis vos, Cassel?
− Majestad, creo que vuestro hijo tiene razón: hay que poner coto a esos malhechores −el tono del lord Comandante de los Lobos del Invierno no dejaba lugar a dudas−. Si creéis que es una labor demasiado peligrosa para su Alteza el príncipe, permitidme a mí ir en su lugar.
− No me trates como a un niño pequeño, Padre −protestó Brendan con cierta indignación−. Algún día seré rey de estas tierras y correré riesgos mucho más graves. Debo estar preparado para afrentarlos con tesón. Además, es nuestra obligación como señores defender al pueblo de los criminales.
− Si teméis por la vida de vuestro hijo, permitidme que lo acompañe para que vele por el, Majestad −Cassel se llevó una mano al pecho−. Lo protegeré con mi vida, lo juro por los Antiguos.
− No correrá mucho riesgo, cariño −la reina Sara puso una de sus manos sobre las de Torrhen, con la ternura de una madre−. Permite al chico que pruebe su valía.
La inseguridad se había desvanecido de Torrhen. Todos parecían estar de acuerdo en que eso era lo correcto, así que, ¿que podría salir mal?
− Está bien. Tienes mi permiso para disponer de los hombres que desees para traer ante la justicia a esos bandidos. Sé prudente y no corras riesgos innecesarios.
− No os decepcionaré, Padre. Os traeré a esos malhechores ante la justicia del rey.
− Necesitaréis información para localizar el paradero de esos indeseables −intervino entonces Brandon Nieve, que hasta entonces se había mantenido en un calculador silencio−. Ordenaré a mis apreciados Cuervos rastrear la región en su búsqueda. Os deseo buena fortuna, sobrino.
Desarrollo de la misión
El príncipe Brendan Stark va a la caza de los bandidos que osaron atacar a su comitiva mientras paseaba con la joven Wylla Manderly. Mira que atreverse a ser tan osados…
Para esta misión se llevará consigo al Ejército 1 de los Stark de Invernalia (Veterano+1). También irá con Hielo en mano, que Torrhen es un patán y no la usa.
Tokens y PoV involucrados
− Brendan Stark como PoV, es quién comanda y organiza todo. Está en Invernalia.
− Como tokens; Brendan Stark, quién capitaneará con su buen liderazgo a los hombres, Carl Cassel y los Lobos del Invierno que velarán por la seguridad del heredero del Norte y Los cuervos del Raboso que lo invoco para recabar información del paradero de los bandidos.
Descripción de los tokens
Brendan Stark, el primógenito y heredero de la Corona del Invierno, muy parecido en carácter a su abuelo: honorable, justo, cabal y consciente de sus deberes y obligaciones para con su pueblo. Detesta a Brandon Nieve y su pragmatismo que roza lo inmoral y porque considera que él debería ocupar el puesto de mayor confianza en la corte de su padre. Es el hijo más querido de su madre.
Carl Cassel y los Lobos del Invierno, el comandante de los Lobos del Invierno es un líder capaz y un luchador muy experimentado, al igual que los hombres que componen la guardia real. Este destacamento de élite compuesto por medio centenar de hombres es de lealtad incuestionada a la Casa Stark y harán las tareas que se les ordene o morirán en el intento.
Los cuervos del Raboso ,tal y como son llamados por los detractores de Brandon Nieve, nadie sabe su número exacto y nadie sabe donde se esconden, pero la red de informadores de Su Eminencia es larga y extensa y extiende sus tentáculos a lo largo de todo el Norte… y tal vez, incluso, más allá.
Tiempos
Sinceramente no sé que ponerte aquí así que te dejo una imagen del área que rastreo. Hacemos especial hincapié en las zonas con bosque…