Misión 8: El Jinete de Dragón

PoV

Corlys Velaryon

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Tokens

Lucerys Velaryon y Arrax

No hay mucho que decir, la cuestión es entrenar para ser mejor jinete.

Ejércitos

Arrax, si quieres tenerlo en cuenta como ejército.

Objetivo

Mejorar el token para que sea un mejor jinete de dragón.

Misión

Entrenar y entrenar horas de vuelo y objetivos para hacer de Arrax y Lucerys un mejor dúo en la posible lucha que se venga adelante.

Localización

Marcaderiva

Roleo

Lucerys Velaryon estaba de pie en la costa rocosa de Marcaderiva, contemplando el horizonte. El viento salado del mar le agitaba el cabello mientras acariciaba la escamosa piel de Arrax, su dragón, que resoplaba impaciente a su lado. Sabía que, si quería ser digno de su apellido y su linaje, debía mejorar como jinete de dragón, especialmente en tiempos donde las tensiones en los Siete Reinos comenzaban a elevarse.

“Vamos, muchacho”, susurró, palmeando el costado de Arrax. El dragón alzó la cabeza, sus ojos de fuego reflejaban el cielo grisáceo. Desde lo alto de las montañas, el castillo de los Velaryon parecía un coloso vigía, como si las propias piedras estuvieran observando el entrenamiento.

Lucerys tomó aire y montó a Arrax, ajustando su posición mientras las grandes alas de la criatura comenzaban a moverse. Sentía la tensión en sus piernas y el cosquilleo en la espalda al acomodarse en el lomo de su compañero. Hacía solo unos años que había empezado a volar, pero sentía que aún le quedaba mucho por aprender.

—Dracarys. —dijo en voz baja, solo para probar su control.

El dragón emitió una pequeña llamarada al mar, lo suficiente para que Lucerys sonriera. Luego, con un movimiento rápido de su brazo, dio la orden.

Arrax saltó al cielo con un rugido ensordecedor. El viento golpeó el rostro de Lucerys mientras ascendían con rapidez. Su dragón se movía con gracia, surcando los cielos sobre las olas que se rompían en la costa. Sin embargo, Lucerys sabía que el vuelo no era lo único importante; necesitaba dominar cada aspecto de la montura, y eso incluía la comunicación precisa con Arrax.

—¡Gira hacia el oeste! —gritó Lucerys, inclinando su cuerpo para guiar a Arrax.

El dragón respondió con una curva ágil, pero Lucerys sintió que no tenía el control completo. Suavizó su agarre en las riendas y se centró en su respiración, recordando las lecciones que había recibido de los maestres y los otros jinetes de su familia. Ser uno con el dragón, le decían. Y aunque esa frase era repetida por todos, solo ahora, en las alturas y con el viento aullando a su alrededor, empezaba a entender su verdadero significado.

Durante horas, practicaron maniobras rápidas y giros cerrados. Lucerys se esforzaba por anticiparse a los movimientos de Arrax, ajustándose a la criatura en lugar de intentar dominarla con pura fuerza. El sol descendía lentamente, tiñendo el cielo de un tono anaranjado, cuando decidió hacer una última maniobra antes de descender.

—Ahora descendamos rápido, como un halcón en picado…—murmuró, una sonrisa de desafío en sus labios.

Con un rugido feroz, Arrax plegó sus alas y se lanzó en picada hacia el mar. El estómago de Lucerys dio un vuelco mientras sentía la velocidad aumentar. El agua se acercaba rápido, pero en el último segundo, Lucerys gritó la orden de alzar vuelo.

Arrax extendió sus alas de golpe, elevándose de nuevo hacia el cielo justo antes de tocar las olas. Lucerys rió, aliviado y exultante. La maniobra había sido perfecta. Aterrizaron suavemente en la costa, el cuerpo de Arrax aún caliente por el esfuerzo. Lucerys acarició el cuello del dragón, agradecido por su lealtad y fuerza.

Miró hacia el horizonte una vez más, sabiendo que el futuro estaba lleno de desafíos, pero también de promesas.

—Mañana, seguiremos practicando, amigo —susurró, antes de dirigirse hacia el castillo.

Sabía que no sería fácil, pero cada día en el cielo lo acercaba más a ser el jinete que estaba destinado a ser. Y con Arrax a su lado, nada parecía imposible.

Hola, como pone reflotado hace un día, por si quizás se pasó, te lo recuerdo. Gracias!

Lucerys entrena sin parar, y Arrax no deja de comer y crecer.

Arrax está a medio camino de subir de TIER, pero a menos que gane experiencia en combate (o métodos más arcanos) no va a subir más mediante entrenamiento. Ahora tiene FUE: 20

Lucerys se crece en sus habilidades, cada día que pasa es mejor jinete. No puede competir con Rhaenys o Daemon, pero quizás pueda hacerlo con su primo Aegon. Pero se ha crecido mucho en sus habilidades, quiere probarse, y no dejará que su madre o sus abuelos se lo impidan.

En cuanto tenga la oportunidad marchará a la batalla.

El token ya no está agotado.