PoV
Davos Seaworth
Tokens
El Paso del Mar Angosto (Token de economía retrasado por misión 4 → +2 a misiones relacionadas con economía)
Marcaderiva, las Islas y el Mar
Ejércitos
No
Objetivo
Stannis manda a Davos Seaworth a varias ciudades libres en busca de mercenarios para reforzar su ejército. Más concretamente…y como no, la Compañía Dorada.
Misión
La misión de cada partida, la que pone todo jugador que se precie: ir en busca de sus mercenarios de Essos y, más concretamente, la Compañía Dorada. Stannis sabe que no tiene muchas opciones militares, pero tiene el respaldo del Banco de Hierro, al mejor marino que puede tener (aunque le disguste no tenerlo en Poniente), y capacidad para prometer casi cualquier cosa a la Compañía Dorada. Por ende, buscará que se alíen con él ofreciendo:
-Si hay algún Blackfyre, está dispuesto a un casamiento con alguien de su familia para asegurar su presencia en la dinastía real, una venganza contra los Targaryen, al fin y al cabo.
-Un castillo para la Compañía Dorada cuando alcance el trono, de forma que puedan regresar a Poniente con un señorío.
-El pago debido por sus servicios.
Por supuesto, todo puede fallar. Así que, si la Compañía Dorada no está disponible, nos valen otros mercenarios. Hombres y barcos. Espadas para Stannis y su trono.
Localización
De Rocadragón a Braavos
22 hexágonos x 4 horas (88) incluyendo 4 de mar abierto (+8), pero en un pequeño grupo para no ser detectado por posibles piratas y movernos más rápido (-1 por hexágono). Sin embargo, dado que vamos con cautela, este bono se anula Total = 96 horas + las paradas que se puedan hacer. 4 días. Mando a Davos porque es el mejor marino que hay, el hombre de más confianza de Stannis y alguien que, junto con Florent, representa mejor su voz.
Roleo
El Valle, Rocadragón, Desembarco del Rey, el Mar, las Ciudades Libres. ¿Su esposa, sus hijos? En el cabo de la Ira, en Rocadragón. Limpiando la cubierta de un barco, sirviendo como pajes, maniobrando con el viejo Salhador. ¿Dónde estarían ahora, en qué pensarían?
Las estrellas brillaban en el cielo, ¿sonriéndole? Pero Davos Seaworth no era un poeta o alguien ducho con las palabras. Las estrellas eran solo un medio para seguir impulsando la nave a través de las aguas y una guía en las noches oscuras. Axell Florent, que ya se mareaba menos, ¿serían ya amigos, después de tantos días en la misma cubierta? quizás sí que manejara las palabras para describir el lugar hacia el que aventuraban. Hacia los sueños de cuando era niño, hacia varias de sus pesadillas cuando era adulto.
Hacia las Ciudades Libres en busca de espadas, arcos y naves. Hombres que lucharan bajo el blasón del venado coronado envuelto en un corazón llameante. Axell Florent sonreía mientras miraba al horizonte. Quizás él también debiera sonreír. Stannis era su Dios, sus hijos y su esposa sus bendiciones. Todo lo que hiciera por mantenerlo en el trono sería poco.