PoV
Pastor
Pastor es un hombre manco, devoto y demente. Va siempre sucio y hediondo, descalzo y con un cuenco mendicante al cuello. Su aspecto pálido y su olor le da el aspecto de un cadáver, por lo que Champiñón lo llama el Pastor Muerto . Sin embargo, Pastor no es exactamente lo que algunos creen que es. Pastor, cuyo nombre se ha perdido en el lodo de Desembarco del Rey, era un criminal al que Larys Strong salvó de la muerte permutándola por la pérdida de una mano - de asesino pasó a ser ladrón - y desde entonces es un agente del Patizambo. Desde el momento en que se puso al servicio de Larys, Pastor trabaja para hacer caer a los dragones.
Tokens
El Fraude
El clérigo conocido como Pastor sirve lealmente a Larys, su valedor y el único que lo protege de una muerte segura.
Sangre y Queso
Larys tiene a mano asesinos a sueldo que no hacen preguntas y carecen de cualquier atisbo de moral.
Ejércitos
No
Objetivo
Impedir que atrapen a Pastor
Misión
Pastor es avisado por Larys a través de Sangre y Queso de que permanezca en las sombras una temporada ya que es probable que tras su última aparición quieran prenderlo. Pone, además, al servicio del clérigo a los dos maleantes para poder deshacerse de aquellos que hagan muchas preguntas de tal forma que si alguien parece estar tratando de averiguar el paradero de Pastor, puedan identificarlo y que Larys tome una decisión al respecto.
Pastor se dejará ver poco y cuando lo haga será para hacer de cebo. Si alguien está tras su pista y se delata, Sangre y Queso tratarán de averiguar a quien sirve.
Localización
Desembarco del Rey.
Roleo
El hombre conocido como Pastor chuperreteaba el hueso de una gallina con sus podridos dientes; cuando comprobó que no quedaba ni ápice de carne lo lanzó hacia una sucia cazuela donde una sopa de nabos se empezaba a calentar. Levantó la mirada y se rascó el muñón donde antes tuvo una mano.
– ¿Y cuánto tiempo debo estar escondido?
El hombrecillo calvo y malencarado que jugueteaba con un punzón se encogió de hombros y gargajeó.
– Y yo qué sé.
Pastor bufó sonoramente y removió la sopa con desgana. Turnó su mirada del calvo al grandullón, el otro hombre enviado por el Consejero de Rumores, sin encontrar indicios de que pudieran efectivamente saber la respuesta.
– Pues estoy jodido.
– Estamos – , dijo el espadachín corpulento. – Porque tenemos que quedarnos contigo hasta nueva orden.
El bufido de Pastor fue aún mayor y se levantó, solo para patear una rata que justo se escurrió entre sus pies. Un punzón silbó en el aire y fue a clavarse sobre el roedor.
– No me gustan las niñeras.
– A mí no me gustas tú, así que a callar.
Tras un silencio tenso, el clérigo volvió a sentarse y sorbió la sopa de la cazuela.
– ¿Vais a querer?
Por respuesta los dos matones se acercaron a la cazuela y tomaron cucharas para comenzar a comer junto a Pastor.