– ¿Qué te parece este, hija? –Sara le enseñó a su hija un retrato de Roy Whitehill, el heredero de Highpoint– Algún día serías la señora de un feudo importante.
– Parece atractivo –comentó la joven Lana al tiempo que miraba el cuadro con atención–. Tiene los ojos claros y su cabello parece fino y suave. Eso me gusta.
– Y es un vago, un patán borracho –el príncipe Brendan dedicó al retrato una mirada dura–. Lana se merece a alguien más digno.
– Es posible, pero no hay muchos más jóvenes de su edad. Jon Umber le da miedo, el joven Tristan Forrester ya está comprometido y no voy a considerar a su primo Eddard.
– Lord Bolton sigue soltero –comentó Torrhen pensativo–. Tal vez…
– Ya te lo he dicho muchas veces, cariño, ese hombre no me da buena espina –la reina negó levemente con la cabeza–. Y con una guerra amenazándonos en el horizonte, no veo prudente darle derechos sobre nuestras tierras. Los hijos que tenga con Lana bien podrían reclamar algún día nuestros dominios. Tiene que ser alguien de lealtad probada…
– ¿Y que hay de Lord Glover? –propuso Brendan– Sigue soltero, ¿no? Debería olvidar ya a su difunta mujer y engendrar herederos legítimos. ¿No tenemos algún retrato de él?
– Parece un poco mayor, ¿no? –comentó Lana, dubitativa–. No sé yo si congeniaríamos bien…
– No tanto como crees. El pobre es viudo –comentó con cierta tristeza la reina–. Pero es un hombre tranquilo, sensato y cabal. Créeme, lo valorarás mucho más que una cara bonita.
– Tu madre tiene razón –intervino entonces Torrhen, risueño–. Bien sabe ella que en mi juventud era un joven regordete y de pésimo gusto en el vestir.
– Y tan tímido que a veces me preguntaba si no tenías lengua –Sara le sonrió con cariño–. Pero aquí estamos los dos. Qué impredecible es el amor, ¿verdad?
– Lo tendré en cuenta, Madre. ¿Estáis buscando también esposo para Ayra?
– Ay, Ayra –Sara no pudo evitar suspirar, cansada–. Sólo los dioses saben que será de tu hermana. Demasiado impetuosa. Me da que sólo conseguiremos llevarla al árbol atada con una cuerda, como un perro rabioso.
– Dale tiempo, Madre –intervino Brendan, sosegado–. Ya sentará la cabeza.
– Ojalá, hijo mío. Ojalá.
Desarrollo de la misión
Pues… proponemos un enlace entre Wylla Manderly y el príncipe Brendan, ya que parece que lo quiere pues vamos a dárselo. Lo cierto es que nos viene bastante bien, para qué lo vamos a negar.
En cuanto a Lord Robert Glover, pues le enviamos nuestra propuesta de compromiso con mi hija Lana, a ver qué nos dice.
Si aceptan ya te diré fecha formal de bodorrio.
Tokens y PoV involucrados
− Torrhen Stark como PoV, todo se resolverá bajo su atenta mirada. Está en Invernalia.
− Como tokens; el diezmo de Brandon el Constructor para cuando haya que pagar la boda (una celebración maja pero tampoco nos flipamos demasiado) y la firma del rey del Invierno para escribir a Lord Glover.
Descripción de los tokens
El diezmo de Brandon el Constructor , un impuesto en metálico y en especie por parte de la nobleza y el pueblo llano que lleva siglos vigente, desde las Montañas de los Clanes hasta el Cuello y desde la Isla del Oso hasta Skagos.
La firma del rey del Invierno , para que Torrhen Stark dé una orden seguro de si mismo deben de alinearse todos los astros del firmamento, por eso delega su labor en otros, pero tiene esto una pequeña pega: que no tienen su autoridad. Una firma, sin embargo, lo cambia todo.
Tiempos
Nope.