Misión I: llegaron del mar

Objetivo:

Reunirse con los lorelanos que han desembarcado para saber sus intenciones y trazar un acuerdo beneficioso para Nathul y que no soliviante a los tradicionalistas.

POV:

Eirunn, la Senescal

Tokens:

El paso al Oeste: Enclavada en un punto estratégico entre el mar, los ríos, el puerto y la parte occidental de la isla, la tribu de Nathul ha aprovechado esta situación para hacer de sus tierras un lugar obligatorio de paso para toda caravana proveniente de diversos puntos de la isla. A pesar de las reticencias de algunos tradicionalistas, muchos de sus habitantes creen que el comercio ha mejorado sus vidas, trayendo riquezas, armas, armaduras e incluso pequeño lujos de tierras que, a pesar de lo pequeña que es la isla, muchos quizás nunca visitarán.

Utilizado para reseñar la importancia económica de Nathul como aliado y lugar de paso del comercio.

Misión:

Eirunn se dirigirá a Alba Julia, junto con un pequeño séquito y escoltada por los lorelanos llegados a Nathul, para hablar con el cónsul recién llegado a la isla y presentar una oferta de no agresión y comercio por la mutua prosperidad. Arëon pretende evitar verse envuelto en una guerra que siga sangrando de recursos a su tierra y que condene a más hombres a la muerte.

Mapa y movimientos:

De Nathul a Alba Julia, evitando los caminos que llevan hacia Rivendall, histórico enemigo de los lorelanos. Un pequeño grupo (-2 horas por hexágono), pero atravesando 2 de 4 hexágonos en terreno relativamente escarpado (colinas, +5 horas por hexágono). Hacen un total de: 4x8 = 32 + (5x2) → 42 horas en llegar a Alba Julia.

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Roleo:

Eirunn dijo adiós a Vändalore por primera vez en mucho tiempo y la Montaña pareció responder con un bramido que retumbaba en su corazón.

Aspiró profundamente el aire procedente de los bosques antes de emprender la marcha. Su caballo pacía tranquilamente, esperando su orden. A su alrededor, hombres y mujeres se ajustaban cascos y escudos antes de partir. El…¿procónsul, había dicho? - No entendía muy bien los títulos de aquellos hombres provenientes del mar - miraba de un lado a otro, impaciente por moverse, mientras su intérprete sonreía.

-Ve y trae paz, prosperidad y esperanza a tu pueblo, Eirunn. - Arëon la miraba directamente a los ojos. - Los espíritus están contigo.

-Así será, caudillo. - Se llevó la mano derecha al pecho y luego la posó sobre las riendas.

Arëon inclinó la cabeza, primero hacia ella y luego hacia el lorelano, antes de retirarse de nuevo a su palacio. Sabía que aquel gesto de deferencia hacia los extranjeros podía causar revuelo entre algunas de las familias nobles y se dirigía a convocarlas ante las montañas para renovar sus juramentos de lealtad. La reina le sonrió antes de seguirlo.

Quedaba solo Fíordis, la hermana del caudillo. La llamada Dama de la Guerra. La persona que mejor le conocía.

-Regresa pronto. - Las palabras habían sido apenas un susurro, pero sirvieron para reconfortar el corazón de Eirunn. Sonrió a Fíordis y golpeó al caballo en los costados para empezar la marcha. A su alrededor se puso en marcha la comitiva, mientras los soldados lorelanos recogían el cofre que habían posado en el suelo.

Joyas, oro y espadas. Los tesoros de aquellos que habían venido de más allá del mar. ¿Podían sospechar que no era sino la paz y la unión de sus pueblos lo que más deseaban los hombres y mujeres de Nathul?, ¿que toda la riqueza de sus barcos y ciudades no rivalizaba con poder ver a los niños crecer bajo el arrullo de las montañas y el susurro de los bosques?, ¿o eran hombres completamente entregados a la codicia del conquistador?

-Dime, Issi. - La traductora iba muy cerca de ella. Los ojos ámbar brillaban en aquel rostro blanquecino, y los pechos prominentes asomaban bajo la catarata de rizos negros. Eirunn se forzó a no bajar la vista. -¿Cómo son estos hombres del sur?

et tu quoque, Brutus

Por dios, la etiqueta de abierta! Ya te la pongo yo, pero la última!

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Alcanzas Alba Julia sin problemas, habla con Cesar!

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