PoV
Lady Mysaria
Mysaria es una mujer notablemente pálida, venida de Lys y que fue amante de Daemon cuando este estaba casado con Rhea Royce. Cuando quedó encinta y el príncipe le hizo entrega de un huevo de dragón, Viserys mandó a su hermano de vuelta a Piedra de Runas mientras Lady Miseria volvía a Lys, perdiendo el bebé por el camino.
Años después, la mujer regresó a Desembarco del Rey donde ha sabido moverse para convertirse en una verdadera influencia entre prostitutas y en los bajos fondos, preparada para aprovechar las oportunidades que el inminente conflicto puede presentarle.
Tokens
De maleantes y demás calaña (Hans)
Lecho de Pulgas es un lugar donde se puede encontrar lo peor sin escarbar demasiado. Sin embargo, si uno está dispuesto a buscar con ahínco, la desesperación abre horizontes inimaginables en cuanto a la degradación de la moral se refiere. Asesinos, espías y en general personas inmorales dispuestos a cualquier cosa por el pago adecuado conforman este grupo que no duda en cumplir las órdenes si el pago es adecuado.
Ejércitos
No hay ejércitos implicados.
Objetivo
Hans y los suyos se van a unir a los fieles del Pastor para poder tenerlo controlado. La intención es ganarse su confianza propagando su palabra para captar más fieles.
Lo más probable es que en el futuro intente matarlo, para que su rebaño pueda causarle problemas a Lord Otto.
Misión
Hans y los suyos localizarán al Pastor, del que sabemos lo siguiente.
Se harán pasar por fervientes admiradores, y buscarán ganarse su confianza predicando su palabra y ganando adeptos para su causa.
Localización
Esta misión tiene lugar en Desembarco del Rey.
Roleo
Hans había recibido instrucciones claras de Lady Miseria. Aquella mujer arruinaba todo lo que tocaba; o aquello era lo que se decía. Él, por su parte, había progresado gracias a ella. Y podía ver en su forma de actuar un plan de acción claro: sembrar el caos para escalar por él.
La ciudad parecía un campo de trigo en verano. Amarillo y alto, pero débil ante la más mínima llama. En cualquier momento un gran incendio podría propagarse…
El granuja alzó la mirada. Sentado en el suelo, con ropas andrajosas y pidiendo limosna, se había hecho pasar por mendigo, esperando aquel momento. Allí iba, aquel charlatán de tres al cuarto al que cada vez seguía más gente. Cual profeta, decenas de personas lo seguía. Y cuando la extraña comitiva dobló su esquina, Hans se unió a ellos.