Misión XI. Llamada a los vasallos

Estabais esperándolos, sabíais que caerían sobre vosotros, pero se hizo la noche y parecía que os tendrían allí formando una eternidad, organizasteis el campamento y empezaron una estrecha rotación para descansar.

Cuando un tupido velo de oscuridad cubría el campamento la sensación de vulnerabilidad era absoluta. Fue entonces cuando lo vieron, un enorme animal con un yelmo astado cabalgando a lomos de un portentoso caballo de batalla negro, ondeando un mazo que hizo estallar en mil añicos la cabeza del primer imbécil que trató de detenerlo. El ataque era a todas luces un suicidio, un ataque frontal contra vuestras posiciones, sin estrategia ninguna, únicamente deleite por la sangre. Quizá fue aquel absurdo el que se alió con Robert Baratheon aquella noche.

1400 almas han perdido la vida en la playa, al menos leales a la Casa Targaryen. Os habéis desecho de 800 atacantes y se han retirado en la oscuridad. El cadáver de Lord Lord Hugh Gradison “Barbagrís” era un pequeño premio para la soldada que, si bien había hecho retirarse al enemigo, había sufrido demasiadas bajas en ese ataque absurdo, aquello no podía volver a pasar.

1 Bar Emmon gana numeroso -2, su líder es herido.
1 Celtigar gana numeroso -1
1 Massey gana numeroso -1
6 Targaryen pierde numeroso +2