Misión XX: La verdad y nada más que la verdad

PoV

Daemon Targaryen

La vida de Daemon Targaryen ha estado muy lejos de satisfacer sus propias expectativas.

Osado, ambicioso y peligroso, vagabundeó por el Consejo Privado como Consejero de la Moneda y Consejero de los Edictos hasta encontrar su lugar como Comandante de la Guardia de la Ciudad. Allí armó y pertrechó a los soldados, dotándoles de capas doradas y valiéndose de una brutalidad desmedida para mantener la seguridad de la capital.

Daemon es un hombre complejo, carente de cualquier atisbo de escrúpulos y dispuesto a hacer lo necesario para alcanzar sus objetivos. Por ello, no son pocos los que piensan en Maegor “el Cruel” al pensar en el Príncipe Canalla. Sin embargo, Daemon Targaryen es mucho más que eso.

¿Por qué la querencia de obtener la Corona? Es una muy buena pregunta y para la que no hay una respuesta sencilla.

Igualmente, esa aspiración poco a poco se ha ido alejando de él (exilio mediante) como acercando (matrimonios) hasta el lugar que nos ocupa, a un paso de convertirse en rey consorte. ¿Suficiente para él? Quizás, pues cree posible cogobernar junto a Rhaenyra, quien siempre necesitará una espada firme a su lado… aunque los pasados anhelos puede que no hayan llegado a desaparecer.

Tokens

Daemon Targaryen, el Príncipe Canalla y señor de Lecho de Pulgas

Daemon Targaryen no es el príncipe al uso. Desde su juventud, el rostro de Daemon era conocido entre ladrones, jugadores y prostitutas.

Carente de cualquier tipo de escrúpulos, nunca ha tenido reparos en deshacerse de aquellos que se interponen en su camino, lo que le ha granjeado una oscura reputación y un aura que recuerda a Maegor “el Cruel”.

Daemon Targaryen y el arte de la guerra

Los intereses del príncipe Canalla nunca han estado ligados al gobierno. Desde joven destacó en el ámbito marcial, razón por la que su abuelo Jaehaerys I le hizo entrega de la espada Hermana Oscura, la cual siempre le acompaña (incluso cuando el protocolo exige lo contrario). Más allá de torneos o su posición como Comandante de la Guardia de la Ciudad, donde Daemon se labró su renombre en la guerra fue en la campaña en los Peldaños de Piedra (que duró tres años) donde junto a Corlys Velaryon se hizo con el control de las aguas costeras e islotes que separan Poniente del Reino de las Tres Hijas.

Unido a ello de forma indistinguible se encuentra la experiencia a lomos de su dragón Caraxes, siendo el único jinete de dragón vivo que ha conducido a su dragón a un conflicto bélico real.

Ejércitos

No hay ejércitos implicados.

Objetivo

Que los panaderos hablen.

Misión

Daemon se reúne con ellos y les invita a hablar.

Esta sucesión se realiza completa hayan hablado o no

Primero de buenas maneras.

Después los intimida, amenazándolos con dárselos a los dragones (pese a que tanto Caraxes como Syrax están retrasados y no sean usados como tokens, si están por ahí cerca, pues acercamos a mis buenos amigos a verlos).

Tras ello, hayan hablado o no, les indicamos que la mujer será violada por los 3 maleantes que los han llevado a Rocadragón primero, y después por todo aquel que esté dispuesto a UN (1) cobre. Los hombres tendrán que mirar y se les cortará el miembro.

Tras ello, se les da una paliza a los hombres (por algún guardia violento, Daemon no se mancha las manos).

Ahora ya a partir de aquí, sólo si siguen sin hablar y se detiene cuando hablen

Se les empieza a torturar, arracándoles las uñas y ese tipo de cosas.

Los 3 maleantes que los han llevado allí, violan a la muchacha.

Se les corta la mano derecha a los hombres.

Localización

Esta misión tiene lugar en Rocadragón.

Roleo

Curioso. Muy curioso. Un nuevo regalo del Consejero de Rumores. Daemon no sabía que Larys Strong le tuviese tanto aprecio. Primero la corona y ahora esto. Sólo faltaba que les devolviera Fuegoscuro para que incluso se plantease perdonarlo. Era cierto que era más que evidente que el patizambo había sido el artífice del asesinato de sus propios padre y hermano. Pero aquello a Daemon no le importaba. Él mismo había tenido que deshacerse de Rhea. Seguramente tuviera sus motivos.

En realidad, le importaba una mierda. Por un momento estuvo a punto de dárselos a los dragones salvajes para que se alimentaran, pues casi que era mejor no fiarse del tullido. No podía estar seguro de que nada de lo que dijeran fuera cierto. Y aún siéndolo, podía ser una argucia del Consejero de Rumores. Pero la curiosidad le podía. Por ello, ordenó que los llevaran a las mazmorras, donde aguardó junto a un hombre de mucha fuerza y poco seso.

Resuelvo mañana, ya veremos si te crees o no lo que suelten, xD

No te cuesta hacer que hablen, los maleantes no tienen mucha ciencia, son hombres a sueldo de alguien a quién no conocen, pero tienes cero dudas de que son hombres de Larys Strong, aunque ellos no lo sepan.

Los panaderos son occidentales, gente de no muy buena calaña, pagados con oro Lannister para participar en esto, dicen que sus familias han recibido buenas posiciones, tierras y otras riquezas.

La muchacha (que no es tan muchacha, tiene 30 años, me he liado yo) es la importante. No es que se rompa, es que te habla directamente, ¿está flirteando contigo? te preguntas.

Se llama Allyria Colina, su cabello está teñido, y tras acicalarse entiendes su valor, el pelo platino es obvio, y los ojos que con el cabello ceniza parecían azules tienen un tinte violáceo. Es de sangre Valyria.

Escuchas su historia, y si bien no hay pruebas, todo parece encajar, la hija de tu tía, la princesa Gael, que se echó al mar en el 99 d.C. Es muy posible que sea tu prima.

Ella solo ha conocido esta historia de la mano de Lady Johanna Lannister, que ha estado buscando gentes de ascendencia Valyria en Occidente, el objetivo era clara, llegar a Rocadragón y tratar de reclamar un dragón. Allyria (que se hace llamar ahora Daenys Mares) no tiene lealtad ninguna para con Lord Lannister, e insunúa que podría tenerla para contigo, y lo insinúa mientras ligeramente se desabrocha el blusón dejando entrever su escote.

Si quieres ceder a la tentación, ganas un token, Daenys Mares. Le atrae mucho la idea de intentar domar un dragón, entiende el riesgo. Es capaz, inteligente y con mucha fuerza de voluntad.

Daenys Mares

En sus 30, con el pelo rubio casi blanco, atractiva sin deslumbrar, de cuerpo bonito pero con marcas de partos y golpes. Hija de la vieja sangre de Valyria, pero también hija del sufrimiento, dura de piel y más de espíritu. Ha visto el fondo del pozo, todo lo que hay hacia arriba es luz en comparación. De mirada astuta, feroz, tenaz y cruel. En este mundo de hombres en que ella se ha tenido que ganar la vida con gran sufrimiento, no hay sitio para la bondad, pero descubrirse un propósito nuevo, salir del pozo de desesperación de la mano de Lord Lannister le ha abierto los ojos a un mundo nuevo, uno en qué si los dioses, cualesquiera que sean y dondequiera que se escondan tienen a bien favorecerla o al menos no volverla a perjudicar, ella podrá ser una jinete de dragón. Indagando más en su historia, su padre fue un bardo, uno de negro corazón si la dejo en un burdel. ¿Y su madre? ¿Acaso Allyria es la hija supuestamente muerta de la princesa Gael Targaryen? ¿Es una mares en vez de colina? Dicen los rumores que a la princesa Gael, la más dulce e ingenua de los hijos del viejo rey, la seguro un bardo, la preño y la abandonó. Ella rota de dolor y perdido además si bebe, se arrojo al mar. ¿Acaso la historia que se conoció no era cierta? Si el bardo y la princesa engendraron dentro de un hipotético matrimonio secreto o si fue fruto de una pasión puntual o un engaño, nunca lo sabremos. Lo que si sabemos es que la historia coincide suficientemente para decir que Allyria Colina, es con gran probabilidad, la hija bastarda de Gael Targaryen, nieta de Jaehearys, bisnieta de Aenys y tataranieta fe Aegon el conquistador. Por todo ello, su nombre de siempre, asociado a una época de sufrimiento y dolor, dejará de ser su nombre para asumir el que debió haber sido. Daenys como su antepasada, la que evitó la extinción de su casa, ella ha llegado para salvarla otra vez. Bastarda o no, tiene la Sangre del Dragón.

Dime también que haces con el resto de prisioneros

El burdo intento de seducción hizo que el rey Consorte alzase las cejas. En aquella estancia, en la que los panaderos occidentales y los hombres al servicio de Larys Strong esperaban que se dictara sentencia acerca de su sino, la mujer no había dejado de juguetear con las palabras desde un principio, en unos dobles sentidos que poco a poco se habían vuelto más directos. Hasta ese instante en el que, entre susurros que prometían lealtad eterna, la bastarda dejó a las claras cuáles eran sus intenciones.

Una sonrisa maliciosa curvó los labios del Targaryen. Realmente sentía deseo por ella. No por sus rasgos valyrios, pues ellos no la hacían diferente a Laena o Rhaenyra, sino por la vida que había llevado. Las cicatrices se percibían bajo sus ropas cuando la pálida piel quedaba al descubierto. Pero eran sus ojos los que más llamaban la atención de Daemon. Duros y desconfiados, propios de alguien que había sufrido y había hecho lo necesario para sobrevivir.

Mientras sus iris violeta seguían fijos en los de ella, su mente bullía. Por un lado, sabía que aquello podía ser una argucia de Larys Strong. Quizás la historia fuese cierta, pero la lealtad que se le ofrecía bien podía ser una ilusión, colocando el Consejero de Rumores una espía en el seno de la corte de Rhaenyra. Un peligro aún mayor en el caso de que, tal y como pretendía, intentase domar un dragón. A todo ello se unían sus sentimientos por Rhaenyra, quien yacía en el lecho recuperándose del parto. ¿Era amor lo que sentía por su esposa? No estaba seguro. Siempre le había importado y el matrimonio entre ambos fue fruto del destino.

Con la mirada aún fija en la de ella, Daemon se rindió. — Vosotros — añadió en relación a los hombres de Larys Strong — sois libres. Volved a Desembarco del Rey y dadle las gracias a vuestro señor en mi nombre — terció, no tardando los pobres maleantes en salir corriendo. — Grim — dijo entonces, dirigiéndose al soldado grande, violento y de pocas luces que lo había acompañado a las mazmorras — llevaos a los occidentales y que sirvan de alimento de Caraxes — añadió impasible.

Cuando los dejaron solos, el príncipe Canalla sintió como el fuego crepitaba en su interior — debería mataros y acabar con el problema, es mayor el riesgo que entrañáis que cualquier beneficio que podáis suponer — expuso, en tono neutro, mientras se acercaba a ella y llevaba su diestra a su cuello. Y quizás aquello hubiera sido lo más inteligente, sin embargo, la sangre del Targaryen no se hallaba en su cabeza. Inclinándose sobre ella, los labios del príncipe se unieron a los de la bastarda en un encuentro violento antes de beber con avidez de ellos.


Los hombres de Larys Strong son liberados para que regresen a Desembarco del Rey y le den las gracias a su señor por el obsequio. Si no se marchan directamente, que la guardia los mate. Es importante remarcar que se marchan antes de saber qué ha pasado con los occidentales y Daenys.

Los occidentales son entregados a Caraxes para que los devore. Si quieres que se recupere un día antes del viaje por el premio, sería todo un detalle (?)

Daemon sucumbe a los encantos de Daenys (así lo ha querido el azar (lancé dado)).

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