Misión XXVII: Cómo domar un dragón

PoV

Daemon Targaryen

La vida de Daemon Targaryen ha estado muy lejos de satisfacer sus propias expectativas.

Osado, ambicioso y peligroso, vagabundeó por el Consejo Privado como Consejero de la Moneda y Consejero de los Edictos hasta encontrar su lugar como Comandante de la Guardia de la Ciudad. Allí armó y pertrechó a los soldados, dotándoles de capas doradas y valiéndose de una brutalidad desmedida para mantener la seguridad de la capital.

Daemon es un hombre complejo, carente de cualquier atisbo de escrúpulos y dispuesto a hacer lo necesario para alcanzar sus objetivos. Por ello, no son pocos los que piensan en Maegor “el Cruel” al pensar en el Príncipe Canalla. Sin embargo, Daemon Targaryen es mucho más que eso.

¿Por qué la querencia de obtener la Corona? Es una muy buena pregunta y para la que no hay una respuesta sencilla.

Igualmente, esa aspiración poco a poco se ha ido alejando de él (exilio mediante) como acercando (matrimonios) hasta el lugar que nos ocupa, a un paso de convertirse en rey consorte. ¿Suficiente para él? Quizás, pues cree posible cogobernar junto a Rhaenyra, quien siempre necesitará una espada firme a su lado… aunque los pasados anhelos puede que no hayan llegado a desaparecer.

Tokens

Daenys Mares

En sus 30, con el pelo rubio casi blanco, atractiva sin deslumbrar, de cuerpo bonito pero con marcas de partos y golpes. Hija de la vieja sangre de Valyria, pero también hija del sufrimiento, dura de piel y más de espíritu. De mirada astuta, feroz, tenaz y cruel, ha visto el fondo del pozo, todo lo que hay hacia arriba es luz en comparación.

En este mundo de hombres en que ella se ha tenido que ganar la vida con gran sufrimiento, no hay sitio para la bondad, pero descubrirse un propósito nuevo, salir del pozo de desesperación de la mano de Lord Lannister le ha abierto los ojos a un mundo nuevo, uno en qué si los dioses, cualesquiera que sean y dondequiera que se escondan tienen a bien favorecerla o al menos no volverla a perjudicar, ella podrá ser una jinete de dragón. Indagando más en su historia, su padre fue un bardo, uno de negro corazón si la dejó en un burdel. ¿Y su madre? ¿Acaso Allyria es la hija supuestamente muerta de la princesa Gael Targaryen? ¿Es una Mares en vez de Colina?

Dicen los rumores que a la princesa Gael, la más dulce e ingenua de los hijos del viejo rey, la sedujo un bardo, la preñó y la abandonó. Ella rota de dolor y perdido además si bebé, se arrojo al mar. ¿Acaso la historia que se conoció no era cierta? Si el bardo y la princesa engendraron dentro de un hipotético matrimonio secreto o si fue fruto de una pasión puntual o un engaño, nunca lo sabremos. Lo que sí sabemos es que la historia coincide suficientemente para decir que Allyria Colina, es con gran probabilidad, la hija bastarda de Gael Targaryen, nieta de Jaehearys, bisnieta de Aenys y tataranieta de Aegon el conquistador. Por todo ello, su nombre de siempre, asociado a una época de sufrimiento y dolor, dejará de ser su nombre para asumir el que debió haber sido. Daenys como su antepasada, la que evitó la extinción de su casa, ella ha llegado para salvarla otra vez. Bastarda o no, tiene la Sangre del Dragón.

Ejércitos

No hay ejércitos implicados.

Objetivo

Que Daenys observe cómo los bastardos Velaryon intentan domar a Bruma, para que pueda aprender de sus aciertos y errores para el futuro.

Misión

Daemon le indica a Daenys que ahora que Rhaenyra la ha reconocido como familia y que se ha abierto a encontrar nuevos jinetes para los dragones, es probable que en un futuro quizás no muy lejano, ella misma pueda convertirse en jinete de dragón.

Para que vea que no son palabras vacías, ya que él mismo acudirá a ver cómo los bastardos intentan establecer el vínculo con Bruma, invita a Daenys a acompañarlo para que, desde la distancia, pueda aprender cómo hacerlo.

Localización

Esta misión tiene lugar en Rocadragón.

Roleo

El encuentro con Rhaenyra no había ido del todo mal. Daenys había sido reconocida, y pese a la advertencia en absoluto disimulada que tanto él como la mujer habían recibido, habían dado un gran paso a la hora de incluir a la bastarda en el día a día de la Corte.

Daemon sabía que lo más inteligente sería alejarse de ella. Regresar al Valleoscuro desde donde podría comenzar a preparar sus tropas para la toma de la capital. Sin embargo, Lord Corlys tenía razón. Su antiguo suegro podía ser muchas cosas, pero no era idiota. Y era cierto que si conseguían dos dragones más, su posición sería más sólida. Pero más valía que de esos dos dragones la lealtad de uno de sus jinetes lo fuera para con la casa Targaryen.

No sabía si podía confiar en Daenys. Sabía que la mejor forma de unirla a su causa sería legitimándola. Si la entregaban el apellido Targaryen no habría duda de cuál era su familia y quién velaría por ella. Quién cuidaría de aquella mujer por la que nadie se había preocupado jamás. Pero era demasiado pronto para eso. También lo era para sugerirlo.

Quizás, si conseguía domar un dragón y su papel en asegurar el trono de Rhaenyra fuera vital, la reina se abriría a tal reconocimiento. Sin embargo, hasta entonces, debían obrar con cautela. Los celos de su esposa podrían ser sus mayores enemigos.

Por ello, Daemon acudió al encuentro de Daenys. Su comportamiento fue igualmente cercano, pero sin sucumbir a los encantos de la muchacha. Era evidente que esta le importaba. — Hoy, Addam y Alyn Mares, los hijos bastardos de Laenor Velaryon, intentarán domar a Bruma. Es la primera vez que algo así sucede, por lo que quiero que prestes atención a todos los detalles, tanto a aquello que funcione como a lo que no —.

Te la resuelvo mañana, que no llego

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Daenys observa, sobre todo observa como Alyn de Hull es quemado por Bruma y solloza en cama por los días posteriores.

Está trastornada por esto, sabe como hacerlo, pero no quiere. Puedes obligarla si quieres, claro, y tendrá +1 a la misión de domar dragón.