− Lee, hechicera −comentó Lars Porsenna, tendiéndole un mensaje que un comerciante le había hecho llegar muy discretamente−. Reclaman la presencia de mi padre para tratar unos asuntos urgentes con él, o a alguien con su autoridad. Arrogantes enanos de mierda. ¿Pero quién se han creído que son? Lorelan no es una suerte de mayordomo al que se puede recurrir por puro capricho. Si creen que voy a dejar la retaguardia sin nadie al mando, pueden esperar en su volcán hasta el fin de los tiempos.
Ma’at entendía la reacción del joven. Su padre se había llevado a todos los hombres capaces de ejercer algo parecido al liderazgo hacia el norte consigo, tan sólo había dejado atrás a la fiel Cassandra. Pero Cassandra sólo valía para obedecer, no para pensar, para planificar, para dirigir. Abandonar Alba Julia suponía dejar la retaguardia expuesta a desagradables sorpresas. Y los fiska locales debían de tener de alguna manera presente que la influencia de Lorelan, incluso cuando la mayoría de sus ejércitos estaban fuera de campaña.
− Las prisas y la furia no son buenas consejeras −respondió muy serenamente Ma’at−. Claro está que esto no puede quedar sin respuesta. Debéis de actuar, y pronto.
− Por desgracia −resopló en joven Porsenna−. ¿Qué sugieres hacer?
− Soy vuestra ministra, no vuestra niñera, joven Porsenna −respondió muy serenamente Ma’at−. No voy a haceros todo el trabajo. Usad esa bonita cabeza que Loric os ha dado.
− Ya suponía esa respuesta −Porsenna puso mala cara−. Había pensado en que fueras allí con el aspecto de mi padre. Le conoces demasiado bien, podrías interpretar su papel frente a desconocidos sin ningún problema, y con eso la vanidad de los enanos quedaría satisfecha.
− Astuto. Veo que vais aprendiendo −respondió la maga con aprobación−. No obstante, debo deteneros. No sabemos con qué poderes mágicos cuentan estas gentes. Un mago hábil podría vislumbrar el ardid con facilidad… y entonces nuestra imagen quedaría gravemente comprometida. Marcharé con discreción. Y llegado el momento, me presentaré sin ambages a nuestros amigos.
− Sea. Llévate a los Ninaz. Si vas a ir hacia territorio enemigo, toda precaución es poca −Lars empleó el tono que usaba cuando ya había tomado su decisión en firme−Al menos este viaje nos servirá para tener vigilados a los montañeses, es algo que había que hacer tarde o temprano… Bjornfestning, curioso lugar para reunirse…
PoV
Ma'at
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Tokens
Ma'at
Ma’at [AGOTADO] , «armoniosa sabiduría» en la Antigua Lengua, muy poderosa hechicera de los Ninaz (una muy rara avis entre los suyos) que salvó a Porsenna en el pasado y ligada al mismo por un juramento sagrado. Originaria de lo más profundo del desierto de Mahala, al Oeste de Aricia, su poder mágico y sapiencia son extraordinarios.
Ninaz
Ninaz [AGOTADO] , «los malditos», en la Antigua Lengua que solo los eruditos conocen. Son hombres que no son hombres : ojos dorados, tez pálida, espesos cabellos negros, una longevidad extraordinaria y conocimientos de una era ya olvidada. Los restos de un pueblo que busca dejar atrás su tortuoso pasado y en busca de un futuro de redención, encabezados por Ma’at.
Ejércitos
No procede.
Objetivo
Maàt y los Ninaz marchan a Bjornfestning a reunirse con los enanos, ya que ahí han sido citados.
Paralelamente, según vayan haciendo camino según la ruta descrita en el mapa nos informarán de lo que se cuece en el reino de la Montaña. En la zona de ELDRFLAUG deberíamos ser capaces de recolectar rumores.
Cuando estemos frente a Bjornfestning ya doy órdenes más concretas en función de lo que vea.
Misión
Una vez pasado el noreste de Ingridsdottir tocará moverse con precaución y por senderos poco transitados, bordeando las montañas. Lo sustancial es viajar al encuentro de manera discreta.
Localización
Desde Alba Julia hasta Bjornfestning
Un pequeño grupo necesita una semana y 2 horas para ir desde Alba Julia hasta Bjornfestning
- 4 hexágonos de llanuras, a marcha normal en 32 horas
- 5 hexágonos de montañas, a marcha normal en 90 horas