Al principio solo era un punto oscuro en el cielo, pero conforme se fue acercando el punto fue cobrando la forma de una bestia alada, la mayor y más magnífica de todas ellas. Antes de que pusiera pie a tierra, ya sabías quién venía de camino a verte. Apresuradamente se preparó un comité de bienvenida para tal insigne invitado.
El príncipe Aemond Targaryen ha llegado a lomos de Vhagar a Bastión de Tormentas. Puedes comenzar a hablar con Tirso cuando gustes.
A su regreso a Bastión de Tormentas, tu heredera tu informa de que no le ha venido el período. Ella jura y perjura que solo ha yacido con su prometido, el príncipe Aemond, y con nadie más.
Sir Marius Sunderland llega a Villallorosa con una gigantesca flota de casi un centenar de barcos, por fortuna para Lord Whitehead casi todos se van prácticamente tras dejar a Sunderland en tierra, no solo es que su aspecto fuera de indeseables de baja calaña, es que eran demasiadas bocas a alimentar.
Recibes un cuervo de Lady Teresa «Teresita» Cafferen, señora de Fawnton, dice que ha encontrado al amor de su vida en Ser Arthur Tyrell, el Alto Mariscal del Dominio y te solicita su permiso para casarse con él.
Otro cuervo de Lady Cafferen, reclamada por su marido y cumpliendo con sus obligaciones como esposa, convoca tropas y a la cabeza de ellas marcha con las mismas hacia Altojardín. Deja a su tío como castellano del castillo (consulta las tools para ver quién es), te asegura que te será leal.
Los supervivientes del grupo de Lord Dondarrion mandan un cuervo a Bastión de Tormentas, acaban de llegar a Refugionegro.
Confirman el desastre y se acantonan en el castillo, primero para recuperar fuerzas, después, para evacuar a la población civil de las zonas fronterizas y guarecerla al abrigo de la plaza. Se esperan saqueos por parte de los Wyl
El rey se levanta, se sacude el polvo, pide vino. Se pilla a los dos guardias reales que están en la fortaleza, una docena de caballeros y se larga a recuperar a Fuegosolar. No es que puedas decirle nada.