Palabra del Septón Supremo

El septón andaba pensativo por el Gran Septo de Baelor. Había recibido noticias desde Harrenhall y también de lo ocurrido en Atranta. Al parecer la paz empezaba a vislumbrarse tras la derrota del León, pero todo era tan frágil…
Como máximo representante de la religión de los siete debía hablarle al pueblo, ya que las gentes de Desembarco vivían notablemente agitadas, pues algunos preferían al León en el trono, mientras que otros eran partidarios de dejar las cosas como estaban. Los altercados estaban al orden del día, altercados que más de una vez habían terminado con algún muerto. Era hora de intervenir. Cogió tinta y se dispuso a escribir el mensaje a distribuir entre el pueblo:

"Gentes de Desembarco, mucho hemos oído hablar de la importancia de los simbolos tales como La Corona de los Ándalos, la cual algunos pretendían utilizar como señal de legitimidad para coronarse monarca de los Siete Reinos. Bien, ¿que tienen que decir ahora? Ese símbolo ahora tras la caída del león llega a manos de la dinastía regente los Targaryen. ¿No sería desde un principio esta la voluntad de los siete? Ya suficiente sangre a corrido como para que nos matemos por las calles de la ciudad. Llegan tiempos de paz o al menos deberían. El rey ha podido ver lo capaz y apto que es su Hijo, a cuyas manos ha llegado La Corona de los Ándalos, un digno heredero para el trono de hierro.
A su vez hago un llamamiento a los señores de poniente, un llamamiento a La Paz y la concordia, pues en tiempos de guerra no hay manos limpias, y no podemos cimentar el devenir de los siete reinos en una laguna de sangre.

Que los siete guíen vuestros actos.