(Este primer roleo es un follow-up a la Misión I, que al estar cerrada no puedo responder ahí a los vasallos lo que quiero hacer. Aquí os va. Mañana posteo la siguiente misión, que me he de acostar pronto )
Meria Martell observó a todos sus señores. Aquel consejo había cumplido su función. Habían hablado, habían bebido, habían confesado sus debilidades, sus temores y sus esperanzas. Apenas dos de entre ellos habían mostrado miedo auténtico a los Targaryen. Eso la complacía. Jamás permitiría que los dragones entraran en aquella tierra y se coronaran reyes. No mientras ella controlara el Trono de las Arenas.
-Vuestras palabras son siempre sabias, mis señores. - El punto justo de adulación que requerían. Después de esto se dirigirían a la plaza de toros para una nueva corrida. Siempre era necesario agasajarlos. - He tomado una decisión.
Observó a la señora de Limonar, que prefería ver crecer sus limoneros y a sus hijos antes que enfrentarse al fuego de los dragones. ¿Podía culparla? Pero no podía permitirlo. No podía tolerar que el acero dorniense se mellara y deshiciera ante la adversidad.
-Los dragones son un peligro. Los dragones existen, queman y matan. - Agitó una mano. - Habéis oído lo que han hecho en Stokeworth y en los Feudos. Pero aquí no pasará. Mis señores, quiero que volváis a vuestros hogares y preparéis las defensas. Quiero que apuntaléis los escorpiones, que preparéis las rutas de retirada. - Señaló, con la mano temblorosa, al mapa. - Dorne es enorme. Dorne es un desierto. Somos hijos de las arenas. Sin agua, sin comida, sin guía. ¿Pueden entrar los ejércitos de los Targaryen aquí?, ¿pueden los dragones solos deshacernos?, ¿cómo, si no tienen un blanco fijo? Presentaremos batalla, sí…pero solo en nuestro terreno.
Se incorporó y caminó hacia el mapa. Uno de sus asistentes se apresuró a colocar dos piezas sobre el mismo, en las Marcas y en los Peldaños de Piedra.
-Entiendo a los que no queréis involucraros, pero esta guerra requerirá de posiciones. Las Marcas no pueden permanecer en manos ajenas si queremos controlar las montañas. La guerra no será inmediata, pero vigilaremos los movimientos de las tropas de Durrandon. - Miró a los Dayne, renuentes a intervenir en un sitio tan cercano a su hogar. El gesto los tranquilizaba. No sería guerra total aún, pues. - Los Peldaños son otra cosa. - Tocó el mapa. - Largo tiempo sus piratas han molestado nuestro comercio con las Ciudades Libres…pero nunca más. La flota de Dorne y nuestras tropas habrán de enfrentarse a ellos y despejar el camino a Essos. Estos Peldaños, mis señores…estos Peldaños son la clave para nuestro futuro.