Snjorsonr

La tribu Snjórsonr, Hijos de la Nieve, ha dominado Kvölbergen, las Montañas del Tormento, desde tiempos inmemoriales, si con dominar nos referimos a morirse de hambre allí. Grandes conocedores de pasos montañosos y valles secretos, son una gente paranoica y reclusiva, menores en estatura que el Fiska medio. Su destino, y el de Fiskeyja, cambió hace un par de generaciones, cuando descubrieron riquísimas vetas de mineral en el monte Gyldenåre. La abundancia de hierro, cobre y oro los transformó en una potencia militar, y bajaron de sus montañas para someter por la fuerza gran parte del este de Fiskeyja. Los Fiska más tradicionalistas sueñan con mandar a esos advenedizos de extrañas costumbres de vuelta a sus montañas, pero para eso, antes alguien tendría que ser capaz de derrotar en batalla a los Járnvaki, la hueste de infantería pesada que cimenta su poder, y por ahora nadie ha sido capaz.

Jorund, el Rey en la Montaña

Jorund abandonó su hogar en Isfjellheim en su juventud. Las leyendas cuentan que enfrentó bestias mágicas, sedujo a ninfas y burló a dioses en tierras distantes, regresando con riquezas inimaginables, hombres leales de tierras desconocidas, y fuego en sus ojos. Asumió por la fuerza el mando de los Frostbjorn, prometiendo grandeza y venganza contra aquellos que habían menospreciado a los Hijos de la Nieve.

Pronto, Jorund estableció Bjornfestning, una majestuosa fortaleza de roca negra que simbolizaba la potencia emergente del clan. Las minas del Gyldenåre florecieron bajo su tutela, utilizando técnicas avanzadas que cambiaron la fortuna de su pueblo. No solo mejoró la economía, sino que también forjó una fuerza militar formidable: los Járnvaki. Bajo su liderazgo, llevaron a cabo campañas de conquista, subyugando clanes y expandiendo territorios. Solo una coalición de clanes de las Tierras Verdes pudo frenar su avance implacable.

Físicamente, el tiempo ha dejado su marca en Jorund. Es llevado en una silla por porteadores, las arrugas profundas surcan su rostro, y sus cabellos ralos apenas cubren su cabeza, aunque sus ojos, nublados por las cataratas, aún destellan con el fuego de su juventud. A pesar de su aparente fragilidad, es un líder con una determinación inquebrantable. Aquellos que subestiman su astucia rara vez sobreviven para lamentarlo. Su presencia impone un profundo respeto a los suyos, casi una devoción religiosa.

Psicológicamente, Jorund es un visionario astuto e implacable. Ha moldeado el carácter del clan a su imagen, transformando viejos enemigos en aliados fervientes. Aunque su muerte es inminente y plantea incertidumbres para el futuro de los Hijos de la Nieve, su legado como Rey en la Montaña es indudable y perdurará en las leyendas por generaciones.


Halvar Frostbjorn, el Satisfecho

Halvar es el heredero designado y un miembro atípico de la prole de Jorund. No posee el feroz comando de su hermanastro Sten, ni la inteligencia aguda de Vidar. A diferencia de Sven, no es particularmente elocuente, y carece de la afinidad sobrenatural que Ragna muestra. Sin embargo, su virtud reside en su completa falta de ambición, algo que su padre, Jorund, valora profundamente. Halvar está plenamente satisfecho con lo que la vida le ha brindado: vino, mujeres, respeto y la aprobación paterna.

Veterano de la Guerra de las Tierras Verdes, las cicatrices en su rostro no enmascaran su expresión afable. Es conocido por su cordialidad, un alivio en el ambiente tenso de Bjornfestning. Es un hombre enérgico, al que a menudo se ve entrenando con los Járnvaki o jugando con los perros del castillo. Las montañas Kvölbergen son su santuario; allí, junto a su lobo Skuggi y su querida hija Ingrid, encuentra serenidad bajo el cielo estrellado.

Pocos ven en Halvar a un líder nato, pero su genuina bondad es indiscutible. Si bien no es la elección obvia para liderar, su naturaleza no amenazante y amigable podría, con la guía adecuada, ser suficiente para un futuro estable.


Freydis Frostbjorn, la Gema de Bjornfestning

Freydis, apodada la “Princesa Pálida”, es el mayor enigma de los Frostbjorn. Nacida durante una tempestuosa noche de invierno, su entrada en el mundo es igualmente misteriosa; con su padre, el ya anciano Jorund, emergiendo de una ventisca con la niña en brazos, envuelta en un manto que se volvía rocío bajo el sol.

Con su estampa etérea, Freydis contrasta con los rudos montañeses. Ojos aguamarina, melena alba y facciones finas, parece más una escultura loreleana que un miembro de la robusta familia Frostbjorn. La Princesa Pálida rápidamente se convirtió en la obsesión de la nobleza, atrayendo pretendientes desde tierras distantes. Pero la joven deslumbrante solo muestra cortesía fría ante sus avances. A pesar de los numerosos enfrentamientos y duelos por su atención, que culminaron en la muerte de Leif, el heredero del clan Haglstein, por propasarse durante un banquete, la dificultad para conseguirla solo intensifica el deseo de los hombres.

Sin embargo, el verdadero esplendor de Freydis yace en su intelecto. Refugiada de las atenciones varoniles en la vasta biblioteca de Bjornfestning, devoró literatura clásica y obras sobre alquimia y artes místicas. Su prodigioso entendimiento y retentiva la hacen única, aunque pocos aprecian este rasgo.

A pesar de su exterior glacial, Freydis posee un corazón joven lleno de ensoñaciones y ambiciones. Pero Bjornfestning parece pequeño para su espíritu inquieto. Se resiste a un destino tradicional y se pregunta: ¿cuál es su verdadero lugar en el mundo?

1: Bjornfestning, la Fortaleza Negra: Más que una simple construcción, Bjornfestning simboliza el poderío montañés. Dentro de sus murallas, alberga arsenales, almacenes y bibliotecas, haciendo de la fortaleza un nexo inquebrantable de autoridad y control. Es la representación palpable de la dominación y unidad de los montañeses en Fiskeya.

2: Járnvaki: Élite de guerreros montañeses, los Járnvaki son el baluarte de Bjornfestning, y los hombres que hicieron posible la campaña de conquistas de la tribu. Con origen en diversos clanes de la isla, todos ellos llevan la misma armadura pesada, fea pero funcional, y usan las mismas hachas largas.

3: Las Minas del Gyldenare (AGOTADO): Estas minas son la principal fuente de riqueza de la tribu. Extraen de ellas hierro, metales preciosos y piedras raras, esenciales para el comercio y la artesanía. Su explotación ha posibilitado la dominación económica de los montañeses sobre la región.

4: Duros como las montañas: Frase emblemática de los montañeses, refleja su carácter inquebrantable y resistencia ante adversidades. Personifica su conexión con el terreno escarpado y su perseverancia. Es un recordatorio constante de su orgullo, fortaleza y capacidad para enfrentarse a rivales superiores.

5: La presciencia de Jorund: Un don casi místico, la presciencia de Jorund trasciende la mera experiencia. Es su habilidad innata para anticipar movimientos enemigos y adaptarse a situaciones cambiantes. Años de liderazgo y astucia se combinan, permitiéndole estar siempre un paso por delante, fortaleciendo su legado y asegurando el futuro de su tribu.

6: Metalurgia Loreleana: La técnica artesanal de los loreleanos en el trabajo de los metales es reconocida en todo el globo. Incorporar sus métodos en las forjas de los sótanos de Bjornfestning ha significado un salto cualitativo en la calidad de armas y herramientas, incrementando la eficiencia en combate y, sobre todo, la capacidad de producción, con el consecuente aumento en exportaciones.

7: El favor de los señores de las montañas: Cuando se les rinde tributo, estos enigmáticos seres responden ofreciendo ayuda, material o inmaterial. Acudir a ellos promete grandes recompensas, pero también enormes riesgos, ya que nadie que haya cruzado las puertas de bronce ha regresado. Esta alianza incierta ofrece ventajas inigualables en tiempos de desesperación, pero a un coste que muchos temen pagar.

8: Sten Frostbjorn: El veterano comandante de los Járnvaki, Sten es la encarnación de la disciplina y la ferocidad en batalla. Su reputación como líder implacable precede cualquier campaña, infundiendo temor en los enemigos y respeto inquebrantable entre sus tropas. Su habilidad para salir airoso de cualquier batalla lo convierte en un recurso inestimable para su padre.

9: La Princesa Pálida: Tras su experiencia en las montañas, las motivaciones de Freydis, principalmente su sed de conocimiento, se han vuelto más difíciles de entender para el común de los mortales, y su dominio sobre su naturaleza mágica ha crecido significativamente, pudiendo desatar poderes como llamar ventiscas o congelar el agua.

10: La prole de Jorund: Con tantos hijos y nietos, Jorund cuenta con una diversidad de talentos y habilidades en su propia familia. Para cada tarea, desafío o situación, parece haber un descendiente adecuado, haciendo de su linaje no solo una herencia, sino también una herramienta polifacética y adaptativa.

11: Íseisvardr, la Guardia de Hielo: Los hombres más leales y fieros de Jorund, bien equipados y uniformados de blanco, han sido asignados para proteger a Freydis de cualquier posible peligro. Acostumbrados a esperar lo inesperado, no dejan que nadie, ni enemigo ni supuesto amigo, se le acerque demasiado, para su desesperación.

12: Freydis saciada (1 uso): Consumir una de las reliquias que salió disparada del volcán le ha dado un colchón de poder mágico que puede emplear de diversas formas.