El día anterior había traído todo lo peor que Ser Marq podía esperar, las fuerzas de Occidente les superaban, pero confiaba en que el buen saber de sus hombres les llevara a la victoria. Solo necesitaban resistir en sus posiciones a la espera del rey. Pero no lo hicieron, Ser Marq lo intentó todo pero los hombres estaban cansados y su control sobre los hombres de los feudos era escaso, y cuando los hombres del Colmillo rompieron la formación al poco del avance de los hombres de Jaime Lannister todo se rompió. Había fallado a su señor.
Ser Marq paseaba los escasos metros cuadrados que su celda le proporcionaban preguntándose que es lo que sucedía. A su alrededor multitud de rivereños, hombres de su confianza que habían sido escogidos personalmente por él para ejercer el control del Colmillo Dorado cuando la cooperación de Lord Lefford comenzó a flaquear. Pero las horas pasaban y nadie decía nada. Cuando los carceleros marcharon de las mazmorras los hombres pusieron todo su empeño en lograr escapar, pero las celdas del Colmillo estaban excavadas en la propia roca y no había puntos débiles que aprovechar.
La calma duró horas y la incertidumbre traía las peores ideas a la mente de los hombres, muchos estaban seguros de que los habían abandonado para morir y los rumores se extendían por la prisión cuando la luz de las antorchas volvió a iluminar sus rostros. Un puñado de occidentales portando el tejón de los Lydden tomó el control de las mazmorras con marcialidad y pronto Lord Lweys Lydden avanzó hacia la celda de Ser Marq.
Ni una sola palabra fue intercambiada, simplemente las celdas fueron abiertas y las armas de Ser Marq retornadas. Fuera lo que fuera que había acontecido Ser Marq no podía más que sospechar que le debía su vida al de Cuevahonda, pese a todo lo acontecido, y aún con los juicios de Ser Marq, Lord Lewys se había comportado con honor hasta el final.
Cuando los hombres de Ser Marq volvieron a la luz del día casi ningún occidental quedaba en la fortaleza, los hombres de la Compañía Dorada ―a los que se habían enfrentado en batalla apenas hacía un mes― mantenían un férreo control y el rey Stannis se afanaba a resolver problemas desde el gran salón.
―Ser Marq― dijo Stannis sin miramientos ―Me esperan en el norte, marcharé en apenas unas horas. La Compañía Dorada tiene sus órdenes y avanzará hasta Castamere para ocupar sus tierras.
―Pero …―el de Princesa Rosada estaba visiblemente confundido ―… ¿y los Lannister?
―Lord Tyrion ha firmado la paz y sus vasallos aceptado los términos de la corona, la guerra ha terminado― respondió con brusquedad el rey
―¿Lord Tyrion?― preguntó nuevamente Ser Marq, aún más confundido
―Tywin Lannister pereció en las montañas hace dos noches, Ser Edmure acabó con la guerra allí. Marchad a Aguasdulces, hombres del Valle os ayudarán a asegurar el Colmillo Dorado una vez se produzca la boda. Lord Lefford ostentará el título de Guardián de Occidente, a vos os corresponderá aseguraros de que se cumple la voluntad de la corona. Yo debo marchar al norte, el reino debe ser salvado.