Facción Jaime

Jorund, el Rey en la Montaña

Jorund abandonó su hogar en Isfjellheim en su juventud. Las leyendas cuentan que enfrentó bestias mágicas, sedujo a ninfas y burló a dioses en tierras distantes, regresando con riquezas inimaginables, hombres leales de tierras desconocidas, y fuego en sus ojos. Asumió por la fuerza el mando de los Frostbjorn, prometiendo grandeza y venganza contra aquellos que habían menospreciado a los Hijos de la Nieve.

Pronto, Jorund estableció Bjornfestning, una majestuosa fortaleza de roca negra que simbolizaba la potencia emergente del clan. Las minas del Gyldenåre florecieron bajo su tutela, utilizando técnicas avanzadas que cambiaron la fortuna de su pueblo. No solo mejoró la economía, sino que también forjó una fuerza militar formidable: los Járnvaki. Bajo su liderazgo, llevaron a cabo campañas de conquista, subyugando clanes y expandiendo territorios. Solo una coalición de clanes de las Tierras Verdes pudo frenar su avance implacable.

Físicamente, el tiempo ha dejado su marca en Jorund. Es llevado en una silla por porteadores, las arrugas profundas surcan su rostro, y sus cabellos ralos apenas cubren su cabeza, aunque sus ojos, nublados por las cataratas, aún destellan con el fuego de su juventud. A pesar de su aparente fragilidad, es un líder con una determinación inquebrantable. Aquellos que subestiman su astucia rara vez sobreviven para lamentarlo. Su presencia impone un profundo respeto a los suyos, casi una devoción religiosa.

Psicológicamente, Jorund es un visionario astuto e implacable. Ha moldeado el carácter del clan a su imagen, transformando viejos enemigos en aliados fervientes. Aunque su muerte es inminente y plantea incertidumbres para el futuro de los Hijos de la Nieve, su legado como Rey en la Montaña es indudable y perdurará en las leyendas por generaciones.


Halvar Frostbjorn, el Satisfecho

Halvar es el heredero designado y un miembro atípico de la prole de Jorund. No posee el feroz comando de su hermanastro Sten, ni la inteligencia aguda de Vidar. A diferencia de Sven, no es particularmente elocuente, y carece de la afinidad sobrenatural que Ragna muestra. Sin embargo, su virtud reside en su completa falta de ambición, algo que su padre, Jorund, valora profundamente. Halvar está plenamente satisfecho con lo que la vida le ha brindado: vino, mujeres, respeto y la aprobación paterna.

Veterano de la Guerra de las Tierras Verdes, las cicatrices en su rostro no enmascaran su expresión afable. Es conocido por su cordialidad, un alivio en el ambiente tenso de Bjornfestning. Es un hombre enérgico, al que a menudo se ve entrenando con los Járnvaki o jugando con los perros del castillo. Las montañas Kvölbergen son su santuario; allí, junto a su lobo Skuggi y su querida hija Ingrid, encuentra serenidad bajo el cielo estrellado.

Pocos ven en Halvar a un líder nato, pero su genuina bondad es indiscutible. Si bien no es la elección obvia para liderar, su naturaleza no amenazante y amigable podría, con la guía adecuada, ser suficiente para un futuro estable.


Freydis Frostbjorn, la Gema de Bjornfestning

Freydis, apodada la “Princesa Pálida”, es el mayor enigma de los Frostbjorn. Nacida durante una tempestuosa noche de invierno, su entrada en el mundo es igualmente misteriosa; con su padre, el ya anciano Jorund, emergiendo de una ventisca con la niña en brazos, envuelta en un manto que se volvía rocío bajo el sol.

Con su estampa etérea, Freydis contrasta con los rudos montañeses. Ojos aguamarina, melena alba y facciones finas, parece más una escultura loreleana que un miembro de la robusta familia Frostbjorn. La Princesa Pálida rápidamente se convirtió en la obsesión de la nobleza, atrayendo pretendientes desde tierras distantes. Pero la joven deslumbrante solo muestra cortesía fría ante sus avances. A pesar de los numerosos enfrentamientos y duelos por su atención, que culminaron en la muerte de Leif, el heredero del clan Haglstein, por propasarse durante un banquete, la dificultad para conseguirla solo intensifica el deseo de los hombres.

Sin embargo, el verdadero esplendor de Freydis yace en su intelecto. Refugiada de las atenciones varoniles en la vasta biblioteca de Bjornfestning, devoró literatura clásica y obras sobre alquimia y artes místicas. Su prodigioso entendimiento y retentiva la hacen única, aunque pocos aprecian este rasgo.

A pesar de su exterior glacial, Freydis posee un corazón joven lleno de ensoñaciones y ambiciones. Pero Bjornfestning parece pequeño para su espíritu inquieto. Se resiste a un destino tradicional y se pregunta: ¿cuál es su verdadero lugar en el mundo?


300, 200 y 250 palabras respectivamente, ni pa ti ni pa mi :stuck_out_tongue: