Misión 28, la batalla por Volantis

Los ejércitos marchaban, los volantinos sabían que se acercaban, pero con el miedo de la insurrección civil acechando tras sus murallas, habían decidido quedarse al abrigo de su seguridad. Ser Jorah estimaba que si hubieran tenido que hacer frente a todo el poder de Volantis en una batalla a campo abierto, quizá no habrían salido victoriosos. No había sido así y ahora tenían su oportunidad. Quaithe le había asegurado en sueños que todo estaba preparado, los esclavos les abrirían las puertas y apoyarían a los libertadores que venían en su ayuda. Aún con su cooperación, sin embargo, iba a ser una carnicería. Casi parecía que la Antigua Sangre había decidido tener como pira funeraria una ciudad milenaria.

Daenerys azuzó con el látigo a Drogon y los dos alzaron el vuelo. Notaba como Rhaegal les seguía a poca distancia. Las murallas de Volantis se hacían más y más grandes a cada instante. Tragó saliva, era ahora o nunca. Al anochecer de aquel día sabría si merecía ser una reina o si su Casa debía de caer en el olvido, perdida en la noche de los tiempos.

PoV

Daenerys Targaryen

Daenerys Targaryen

Si vuelvo la vista atrás, estoy perdida.

La vida de Daenerys Targaryen ha estado teñida por la tragedia desde que vino al mundo. Cuando era apenas una recién nacida quedó huérfana de padre, madre y hogar. A los cinco años su tutor y protector, ser Willem Darry, murió, dejándola a ella y a su hermano desamparados a su suerte en tierra extranjera. Se vio obligada a crecer a la sombra de un hermano amargado que pagaba sus frustraciones con ella, mientras vagaban por las Ciudades Libres en busca de una ayuda que nunca llegaba para regresar a Poniente. Fue vendida con trece años como esposa a un Khal, y cuando parecía que había alcanzado por sorpresa la felicidad al lado de su esposo, quedó viuda y perdió a su hijo por las malas artes de una curandera.

No obstante, una llama ha empezado a brillar intensamente en lo que aparentemente es un profundo pozo de oscuridad. Daenerys ha conseguido traer de vuelta a los antiguos dragones de los valyrios. Ahora es La Que No Arde, Madre de Dragones. Tiene ahora una certeza sobre el destino que los dioses han puesto sobre sus hombros. Y piensa cumplirlo, cueste lo que cueste.

Tokens

Daenerys Targaryen

El último vástago vivo conocido de la Casa Targaryen ha resultado ser una mujer talentosa, firme y voluntariosa. Aunque es la heredera legítima al Trono de Hierro de Poniente, sólo los Dioses saben hacia dónde le guiarán sus pasos. Entre tanto, el mundo contiene el aliento, expectante.

Jorah Mormont

Este exiliado señor de la Isla del Oso se unió a Daenerys como un camino para obtener el perdón real y volver a su hogar, pero las circunstancias han cambiado y se ha convertido en el más fervoroso seguidor de la joven reina. Quizá el amor tenga algo que ver. Serio, curtido y con experiencia en la vida; Daenerys puede contar con él para cualquier labor que le encomiende.

Drogon

Uno de los dragones nacidos en el Mar Dothraki, nombrado en honor al difunto esposo de Daenerys, Drogo. Es el más grande y fiero de los tres dragones. Las escamas de Drogon son negras, con los cuernos y la columna vertebral del color de la sangre. Sus ojos son dos ardientes pozos rojos.

Rhaegal

Uno de los dragones nacidos en el Mar Dothraki, nombrado en honor al difunto hermano de Daenerys, Rhaegar. Es el más perezoso de los tres dragones, pasa la mayor parte del tiempo enroscado y durmiendo. Rhaegal tiene escamas de color verde musgo, y ojos del color bronce brillante que podría tener el más pulido de los escudos.

Un nuevo mundo

Los sucesos que han ido acaeciendo en su vida han ido convenciendo a Daenerys más y más de que ella ha venido a este mundo para cumplir una labor trascendental. Ella es La Que No Arde, Madre de Dragones, un instrumento para construir un mundo mejor para toda la humanidad, y combatirá firmemente a quiénes se opongan a ella.

Ejércitos

  • Drogon (Alzado), en Volantis grupo NEGRO [Numeroso +1, Dragón] FUE: 84
  • Rhaegal (Alzado), en Volantis grupo NEGRO [Dragón] FUE: 70
  • Inmaculados 1 (Alzado), en Volantis grupo NEGRO [Veterano +2, Armadura +1, Moral +2, Mercenarios] FUE: 17
  • Inmaculados 2 (Alzado), en Volantis grupo NEGRO [Veterano +2, Armadura +1, Moral +2, Mercenarios] FUE: 17
  • Inmaculados 3 (Alzado), en Volantis grupo NEGRO [Veterano +2, Armadura +1, Moral +2, Mercenarios] FUE: 17
  • Inmaculados 4 (Alzado), en Volantis grupo NEGRO [Veterano +2, Armadura +1, Moral +2, Mercenarios] FUE: 17
  • Inmaculados 5 (Alzado), en Volantis grupo NEGRO [Veterano +2, Armadura +1, Moral +2, Mercenarios] FUE: 17
  • Inmaculados 6 (Alzado), en Volantis grupo NEGRO [Veterano +2, Armadura +1, Moral +2, Mercenarios] FUE: 17
  • Campeones de Tarseol (Alzado), en Volantis grupo NEGRO [Veterano +1, Arqueros +1, Caballería +1, Mercenarios] FUE: 16
  • Khalasar (Alzado), en Volantis grupo NEGRO [Numeroso –3, Arqueros +2, Caballería +2, Leva] FUE: 7

Objetivo

Tomar el control de la ciudad de Volantis.

Misión

AVANTI.

De acuerdo a la misión 26 tenemos una insurrección de esclavos que estallará una vez aparezca Drogon sobre los cielos de Volantis. Y ese va a ser el primer movimiento que abrirá la batalla: Daenerys, a lomos de Drogon y con Rhaegal cerca sobrevolarán la ciudad. Y sin previo aviso, empezarán a echar llamas sobre la cima de la Muralla Negra, el símbolo de la élite esclavista de Volantis. Daenerys tiene curiosidad por ver si esa piedra negra que vió también en Asshai es capaz de arder y fundirse.

Ser Jorah comandará a toda nuestra infantería, que se acercará con escalas y un ariete hacia la puerta este de la ciudad. Los esclavos deberían de poder abrirla, si consiguen entrar en la ciudad, avanzarán con orden y disciplina, asegurando los sectores, abriéndose camino primero hacia el puerto y el Puente Largo, y después, al resto de la urbe. En caso de que las puertas no se abran, Daenerys tendrá que ir a apoyar con sus dragones para permitir que la infantería de Jorah pueda entrar a la ciudad por ese sector. Eso hará que corra mucha sangre de nuestro lado, pero es lo que toca.

El objetivo fundamental es asegurar toda la ciudad de Volantis, salvo la Muralla Negra. Si conseguimos tomarla, genial, pero no es el objetivo. Prefiero rendirles por asedio y negociación. Fundamental es conseguir el puerto y toda la flota de dromones allí amarrada si queremos ir a Poniente rápido y sin perder el tiempo.

Una vez asegurada la ciudad ya nos encargaremos de poner orden y que se detengan las venganzas y las pasiones, pero de momento, el objetivo es el que es.

Localización

Esta misión se desarrolla en Volantis.

La noche estaba en su punto más oscuro cuando Quaithe de la Sombra y Benerro, el Sumo Sacerdote Rojo de R’hllor en Volantis, se encontraron en un templo oculto, lejos de los ojos vigilantes de los amos de la ciudad. Las llamas de las antorchas proyectaban sombras danzantes en las paredes, y el aire estaba cargado con una tensión eléctrica.

“El momento ha llegado”, dijo Benerro, su voz resonando con fervor religioso. “La Reina Dragón está cerca, y el fuego de R’hllor nos guiará a la victoria.”

Quaithe, con su máscara enigmática, asintió lentamente. “Nuestros seguidores están listos. Los esclavos esperan la señal, y nuestros agentes en la ciudad están preparados para actuar. El Puente Largo, el Puerto y la Puerta Este son nuestras prioridades. Sin ellos, la ciudad no caerá.”

Benerro levantó las manos, invocando una bendición silenciosa antes de hablar nuevamente. “Drogon debe escupir fuego sobre la Muralla Negra. Eso será la chispa que encienda la rebelión. Los esclavos se alzarán en el caos, y los Inmaculados mantendrán la disciplina necesaria para asegurar nuestra victoria.”

Mientras las primeras luces del alba comenzaban a teñir el horizonte, los dos líderes conspiradores se separaron, cada uno para coordinar su parte del levantamiento. Benerro regresó a su templo, donde los seguidores de R’hllor esperaban sus órdenes. Quaithe se movió con sigilo por las calles de Volantis, contactando a sus agentes y asegurando que todos estuvieran preparados.

Cuando el sol estaba a punto de despuntar, un rugido ensordecedor resonó en el cielo. Drogon, el imponente dragón negro de Daenerys, apareció en lo alto, sus alas proyectando una sombra oscura sobre la ciudad. Con un rugido ensordecedor, Drogon lanzó una columna de fuego sobre la Muralla Negra, creando una explosión de caos y confusión.

En ese mismo instante, los esclavos de Volantis, inspirados por la visión del dragón y la promesa de libertad, se alzaron en armas. El Puente Largo, la arteria vital que conectaba las dos mitades de la ciudad, se convirtió en un campo de batalla. Los amos intentaron contener a los esclavos, pero la marea de rebeldes era imparable.

En el Puerto, los seguidores de Benerro lanzaron ataques coordinados contra las guarniciones, asegurando los muelles y permitiendo el desembarco de más tropas leales a Daenerys. La batalla fue feroz, con el agua teñida de rojo por la sangre derramada, pero la determinación y la fe de los rebeldes prevalecieron.

En la Puerta Este, Quaithe y sus agentes abrieron las puertas para la infantería de Daenerys, permitiendo que los Inmaculados entraran en la ciudad. Su disciplina y entrenamiento inclinaron la balanza a favor de los rebeldes. Las calles de Volantis se convirtieron en un campo de batalla, con cada esquina y callejón disputados ferozmente.

La Muralla Negra, a pesar del ataque inicial de Drogon, no cayó en el primer envite. Los defensores resistieron con tenacidad, conscientes de que su caída significaría el fin de su dominio. Pero la batalla estaba lejos de terminar. La presencia de los Inmaculados, avanzando implacablemente, aseguró que cada pulgada ganada fuera mantenida.

Quaithe y Benerro se encontraron nuevamente en el centro de la ciudad, rodeados por los sonidos de la batalla y los gritos de victoria. “El fuego de R’hllor arde con fuerza en nuestros corazones”, dijo Benerro, su rostro iluminado por las llamas de la lucha.

“Y con el poder de Daenerys y sus dragones, Volantis caerá”, añadió Quaithe, su voz llena de convicción.

Mientras el sol ascendía en el cielo, el destino de Volantis pendía de un hilo. Pero con la fuerza combinada de la magia, la fe y el fuego, la rebelión tenía una oportunidad real de triunfar.

El alboroto en Volantis no había cesado desde que los fuegos de Drogon iluminaron la ciudad, desencadenando el levantamiento de los esclavos y el asalto inicial. Las llamas habían sembrado el caos en la Muralla Negra, pero los defensores aún resistían. La disciplina y la tenacidad de los Inmaculados habían sido cruciales para mantener el frente, pero la batalla estaba lejos de concluir.

Daenerys Targaryen, montada en Drogon, sobrevolaba la ciudad, sus ojos atentos a los movimientos en tierra. Bajo, Quaithe de la Sombra y Benerro, el Sumo Sacerdote Rojo de R’hllor en Volantis, coordinaban el siguiente ataque desde el suelo. Había que asegurar el Puente Largo, el Puerto y al menos la puerta Este de la Ciudad, por donde la infantería de Daenerys debía entrar.

Los esclavos, inspirados por la visión de Drogon y la promesa de libertad, luchaban con una ferocidad renovada. Armados con herramientas de trabajo convertidas en armas improvisadas, se lanzaban contra sus opresores, mientras el fuego de Drogon proporcionaba una distracción vital. La Muralla Negra, aunque debilitada, seguía en pie, y los defensores no se rendían fácilmente.

El Puente Largo era un punto crucial. Cortar el acceso significaría aislar a los defensores en dos frentes y facilitar el avance de las tropas de Daenerys. Benerro había instruido a sus seguidores a tomar el control del puente, utilizando tanto fuerza como fe para motivar a los esclavos. Con los estandartes de R’hllor ondeando, los seguidores del Señor de la Luz avanzaban con determinación, sus cánticos resonando en el aire cargado de humo.

Mientras tanto, Quaithe había organizado a un grupo selecto de combatientes, guiándolos en un asalto sorpresivo al puerto. Sabía que cortar las rutas de escape y asegurar el suministro era crucial. Bajo su dirección, los combatientes se movieron con precisión quirúrgica, capturando barcos y eliminando a los defensores con una eficacia mortal.

En la puerta Este, los Inmaculados avanzaban en formación cerrada, sus lanzas y escudos formando una muralla impenetrable. Los esclavos liberados les seguían, utilizando la cobertura proporcionada por los Inmaculados para avanzar y tomar posiciones estratégicas. Daenerys descendió con Drogon, incinerando a los defensores que intentaban reforzar la puerta.

La batalla alcanzó un punto culminante cuando los defensores, desesperados, lanzaron un contraataque feroz en un intento de recuperar el Puente Largo. Benerro, con el fervor de R’hllor en sus venas, lideró la defensa, su presencia inspirando a los combatientes a mantener la línea. Los seguidores del Señor de la Luz luchaban con una fuerza casi sobrenatural, empujando a los atacantes de vuelta y asegurando el control del puente.

En el puerto, Quaithe y sus combatientes habían asegurado suficientes barcos para cortar cualquier intento de huida por mar. Los defensores, atrapados entre el fuego de Drogon y la furia de los esclavos liberados, comenzaron a desmoronarse.

Con la puerta Este asegurada por los Inmaculados y el puente y el puerto bajo control, el destino de Volantis estaba sellado. Daenerys aterrizó en el centro de la ciudad, rodeada de sus fieles seguidores. Los estandartes de los Targaryen y R’hllor ondeaban juntos, simbolizando una nueva era para Volantis.

La victoria fue un grito de libertad para los esclavos y un golpe mortal para los opresores. Volantis era solo el comienzo, y la lucha por liberar el mundo de la tiranía apenas comenzaba.


Has tomado Volantis. Te actualizaré ejércitos.