Misión 36: Cuervo Quemado

PoV

Corlys Velaryon y Rhaenys Targaryen

Ambos llevarán a cabo las órdenes

Tokens

Corlys Velaryon

Mano de la Reina y Comandante probado, dará órdenes para que se cumplan.

Rhaenys y Meleys

Encargada de llevar a cabo la destrucción de los mercenarios

Fuego y Sangre

A Fuego y Sangre.

Ejércitos

  • Meleys (Alzado) , en A Grajal grupo VERDE [Numeroso –1, Dragón, Veterano +2] FUE: 48.0
  • Flota de Marcaderiva 1 (Alzado/Galeras) , en Gaznate grupo AZUL [Séquito, Hda +2, Lanceros +8, Veterano +2, Marinos] FUE: 24.0
  • 1 de comerciantes del Mar Angosto (Alzado) , en A Grajal grupo VERDE [Mercenarios, Lanceros +10, Veterano –2, Moral +1, Marinos] FUE: 8.8
  • 2 de comerciantes del Mar Angosto (Alzado) , en A Grajal grupo VERDE [Mercenarios, Lanceros +10, Veterano –2, Moral +1, Marinos] FUE: 8.8
  • 3 de comerciantes del Mar Angosto (Alzado) , en Valleoscuro grupo VERDE [Mercenarios, Lanceros +10, Veterano –2, Moral +1, Marinos] FUE: 8.8
  • 4 de comerciantes del Mar Angosto (Alzado) , en Valleoscuro grupo VERDE [Mercenarios, Lanceros +10, Veterano –2, Moral +1, Marinos] FUE: 8.8
  • 5 de comerciantes del Mar Angosto (Alzado) , en A Graja grupo VERDE [Mercenarios, Lanceros +10, Veterano –2, Moral +1, Marinos] FUE: 8.8

Objetivo

Destruir a la gran mayoría de los mercenarios, muertos y sin opción a vivir.

Misión

Eliminar a los mercenarios. Para ello, aprovechando que están ebrios y por lo tanto indefensos, Corlys Velaryon se hará con la familia Staunton y la sacará de allí. Hará lo mismo con las gentes del pueblo que pueda.

Ya que me has comentado que están ebrios, que son unos patanes, que es fácil deshacerse de ellos, se aprovechará para salir de allí, cerrar las puertas tras de si y encerrarles en Grajal.

Lo siguiente es fuego y sangre por parte de Meleys. Que todos ardan, por no seguir las órdenes de Corlys Velaryon y Rhaenys Targaryen.

Localización

Incluye claramente dónde se realiza esta misión.

Añade también un mapa y cálculos de ruta son son relevantes. Incluyendo cualquier tiempo para volver hasta un lugar amigo para poder informar, si fuera necesario.

Si quieres, por hacerlo más épico, hago algo especial con el lider, pero si no que se muera en las llamas.

Roleo

La luna llena iluminaba el horizonte mientras los hombres de Corlys Velaryon, la “Serpiente del Mar”, avanzaban silenciosamente hacia Grajal. La fortaleza se erguía en la distancia, una imponente torre de piedra negra que antaño había sido símbolo de la nobleza y el poder de los Staunton. Ahora, sin embargo, solo era un vestigio de lo que había sido, envuelta en un aire de decadencia y desolación. El viento del mar, cargado con el aroma salobre de la sal y el metal, azotaba los rostros.

Corlys Velaryon, con su imponente armadura plateada, dio una última mirada a sus hombres, muy distintos a aquella turba de mercenarios que se habían dirigido a la torre por tierra, desde Valleoscuro.

Rhaenys Targaryen, la Reina que Nunca Fue, se acercó a su lado, su mirada feroz como el dragón que llevaba en su corazón. Montaba sobre Meleys, la Reina Roja, que tenía las escamas tan brillantes como el oro y la furia de los dioses en sus ojos.

— ¿Está todo en orden, Corlys? —preguntó Rhaenys, la voz de su desconfianza fluyendo con la brisa.

El Velaryon frunció el ceño, observando la fortaleza. El resplandor de las hogueras comenzaba a iluminar la murmurante oscuridad, y a lo lejos, se escuchaban risas, gritos, y el sonido metálico de algo que se rompía.

— No me gusta lo que oigo —murmuró Corlys, mientras su rostro se endurecía—. Algo no está bien. Vayamos.

Ambos cabalgaron hacia el interior de la fortaleza, con la mirada fija en la gran puerta de Grajal. La fortaleza había caído sin resistencia, sus habitantes, nobles y campesinos por igual, habían sido capturados sin esperanza de escape. La promesa de libertad para quienes se rindieran sin lucha se había convertido en una cruel mentira. Las viejas murallas de Grajal, que alguna vez fueron guardianes de la paz, se habían convertido en prisión de los inocentes.

Al entrar en el patio principal, los dos líderes del ejército quedaron horrorizados. Los mercenarios, su ejército de temibles guerreros, se hallaban ebrios y fuera de control. Varios de ellos se tambaleaban, riendo de manera grotesca, mientras otros arrancaban objetos preciosos de las casas y las salas del castillo. La destrucción era palpable, pero lo peor aún estaba por verse.

Los gritos desgarradores de las mujeres y los niños llegaron hasta los oídos de Rhaenys, y el horror se apoderó de ella. Los mercenarios no solo se habían entregado al saqueo, sino también a la tortura y la violación, llevando la vileza humana hasta su más bajo nivel. Rhaenys sintió una furia que casi la consumía. Pero Corlys, al igual que ella, no mostró debilidad.

El Lord Velaryon, con su voz fría y decidida, gritó:

— ¡Detened todo esto! ¡Ahora!

Al instante, los mercenarios, aún bajo los efectos del vino y la violencia, comenzaron a mirar hacia él. El líder de los mercenarios, un hombre de rostro curtido y mirada vacía, dio un paso hacia adelante.

— ¿Qué pasa, Lord Velaryon? ¿No te gusta la fiesta? —gruñó el mercenario, riendo mientras un brillo malévolo le iluminaba los ojos.

Corlys no respondió de inmediato. Su mirada se desvió hacia Rhaenys, quien, sin decir una palabra, dio una orden con la mano. En el cielo oscuro, Meleys emitió un rugido de fuego que hizo temblar las paredes. La reina Targaryen, con su voluntad férrea, había tomado la decisión.

Rhaenys montó su dragón y ascendió hacia las alturas de Grajal. El dragón, bajo su comando, comenzó a abrir las fauces. En un instante, las primeras lenguas de fuego salieron disparadas como rayos llameantes, iluminando la noche. El aire se llenó del hedor de carne quemada y del crujido infernal de la madera quemándose.

Los mercenarios, aún ebrios y sorprendidos, apenas tuvieron tiempo de reaccionar antes de que la furia de Meleys descendiera sobre ellos. Las llamas envolvieron el patio y las murallas de la fortaleza, alcanzando los edificios cercanos con una rapidez espantosa. La explosión de calor y humo hizo que los mercenarios comenzaran a gritar, corriendo sin rumbo, intentando escapar de su destino, pero la mayoría fue consumida rápidamente por las llamas.

Corlys, con una espada en mano, ya había reunido a los miembros de la familia Staunton, que se encontraban prisioneros, ocultos en una sala del castillo. Con rapidez, los liberó, sin perder tiempo, y les ordenó que se alejaran lo más rápido posible de la fortaleza en llamas.

— ¡Vámonos! —les ordenó, mientras los arrastraba hacia el muelle.

Al pasar cerca del patio, observó cómo los mercenarios morían, consumidos por el fuego. Sus gritos eran desesperados, pero no había piedad en los ojos de Corlys. Ya no eran soldados. Ya no eran nada.

Rhaenys observaba desde los cielos, disfrutando de la escena. Meleys, danzando en el aire, parecía una sombra de fuego que devoraba todo lo que tocaba. La fortaleza, el hogar de los Staunton, ya no era más que cenizas. Grajal caía, y con ella, la última resistencia.

La familia Staunton fue puesta a salvo en los barcos, mientras la fortaleza de Grajal ardía en el horizonte. Corlys y Rhaenys se quedaron en silencio, observando cómo las llamas consumían lo que quedaba de la nobleza, mientras la marea, de manera fría y sin piedad, comenzaba a arrastrar los restos.

No hubo victoria sin sacrificios, no hubo honor sin sangre. Solo fuego, y la certeza de que los destinos de aquellos que osan desafiar el poder de los dragones terminan siendo cenizas.

El eco del rugido de Meleys resonó en la noche.

Y Grajal se desvaneció en el fuego.

Estaría super guay si la lista de ejércitos estuviera actualizada. Lo mismo hasta puedo hacer las cosas fácilmente en vez de tener que andar dando vueltas y revueltas.


Los hombres de Marcaderiva cumplieron las órdenes de su señor sin duda alguna, aunque pese al espectáculo que tenían ante si muchos se preguntaban si lo que iban hacer tendria perdón de los Siete. Pero se lo preguntaron mientras apuntalaban el gran portón del castillo y tomaban posiciones. Rhaenys esperaba intranquila mientras los minutos pasaban, Lord Corlys había entrado tan solo acompañado por un puñado de hombres y con cada respiración se temía lo peor.

Pero la serpiente marina sabia lo que hacía y un puñado de borrachos y violadores no iban a detenerlo. Con sagacidad navegó la bacanal en que se había convertido el castillo y pronto encontró a Belico Vhasar.

Te estaba espe …hic… rando, Lord Corlys― dijo el volantino burlonamente ―Toma, te he guardado a la mejor, mi señor― La reverencia del mercenario hizo que casi se cayera mientras empujaba a la joven Cassandra Staunton a sus pies.

Lord Corlys dudo por un instante, podia desenvainar la espada y acabar con el desgraciado en ese mismo instante, peor borrachos o no lo rodeaban miles de hombres y el plan pedía que les siguiera el juego. Lord Corlys le sonrió de vuelta y apunto al hermano menor de la muchacha ―Dame a ese también, hoy voy a pasarmelo bien.

[…]

Menos de una hora habia pasado desde que ingreso en Grajal hasta que cruzó sus puertas de nuevo, acompañado de todo aquel que pudo rescatar. Las puertas se cerraron y Meleys tomó los cielos para hacer su trabajo.

Lord Corlys dio las órdenes y los hombres marcharon al sur, de vuelta al Valleoscuro. Nadie necesitaba ver el espectáculo que iba a desatarse.

[…]

Las primeras llamas tomaron el patio de armas, cientos de hombres desprevenidos que corrieron a las puertas, apuntaladas por los hombres de Marcaderiva, y al pozo, cegado por Lord Corlys. Sin escapatoria posible muchos trataron de tomar arcos y lanzas, pero borrachos y desorientados no tenían ninguna oportunidad. Torre a torre Meleys fue cazando a los emrcenarios que, aterrorizados, buscaban escapar por todos los medios posibles. Algunos lo hicieron descolgándose por los muros o saltando al foso pero la mayoria fueron cazados por la dragona antes de alejarse más de un centenar de metros. Pero eran muchos, varios miles, y la carnicería se alargó durante horas y con su atencion puesta en el castillo Rhaenys no pudo divisar a la negra figura que se acercaba desde el norte hasta que fue demasiado tarde.

El príncipe Aemond, a lomos de Vhagar, casi habia llegado a Grajal.

Es demasiado tarde para escapar sin más, puedes intentarlo, claro, pero estarás a merced del dado.
Los hombres de Corlys están de camino al Valleoscuro, puedes intentar reunirte con ellos también, por supuesto, pero de nuevo, el dado. También pueden darse la vuelta y venir a ayudar, pero tardarán un rato, claro.
Si tratas de huir y te alcanza o si te lanzas a por ellos necesito saber si simplemente quieres hacerlo huir o luchas a muerte.

PoV

Rhaenys Targaryen

Ella misma es quien está en la misión.

Tokens

Rhaenys Targaryen y Meleys

Ambas serán las que se enfrenten a Vhagar.

Fuego y Sangre

Seguramente, la mejor jinete de todas, capaz de dominar los vientos y los cielos.

Ejércitos

  • Meleys (Alzado) , en A Grajal grupo VERDE [Numeroso –1, Dragón, Veterano +2] FUE: 48.0

Objetivo

Retrasar todo lo posible la lucha contra Vhagar para que tanto Bruma como Caraxes se unan a la batalla.

Misión

Las órdenes son las siguientes: Primero que Bruma salga hacia Grajal cagando hostias. Tarda dos horas. De “normal” no llegaría, pero la idea es que la lucha entre Vhagar y Meleys no sea directa.

La idea es que Rhaenys entretenga a Vhagar, lo mantenga alejado. Por lo tanto no “huyo” como tal, en el sentido de que quiera irme de la batalla, pero si de que la lucha se de hacia la bahía, no en tierra, acercándonos a Marcaderiva poco a poco ya que tanto Caraxes como Bruma deberían de dirigirse hacia allí. En resumen: ganar tiempo.

Se supone que Meleys es más rápida por lo que no quiero que se meta en una batalla cercana ni que se canse, simplemente que no esté a tiro de Vhagar, que se mantenga lejos de su radio de acción, actúe como un cebo.

Roleo

La noche se cernía sobre el castillo de Grajal, y el eco de las llamas aún chisporroteaba en las ruinas cuando Rhaenys Targaryen, montada en su dragona Meleys, observó las cenizas que cubrían el suelo como una alfombra de muerte. Los mercenarios de Essos, convocados y luego descontrolados, habían sucumbido bajo el fuego y la furia de la dragona escarlata. Con la misión cumplida, Rhaenys se preparaba para retirarse, pero su mirada se dirigió hacia el cielo.

A lo lejos, una silueta oscura, enorme y amenazante se alzaba en el horizonte, bloqueando la luna que apenas iluminaba el campo de batalla. Era Vhagar, la dragona más temida en Poniente, y sobre ella, Aemond Targaryen, con su parche reluciendo como una advertencia de muerte.

Rhaenys tensó la mandíbula, ajustando el agarre sobre las riendas de Meleys. Su dragona lanzó un rugido desafiante, como si sintiera la tensión de su jinete y la importancia de su papel. Ellas eran el cebo. Solo tenían que resistir lo suficiente para que Caraxes y Bruma, más pequeños pero mortales, llegaran a equilibrar la contienda.

Rhaenys sabía que ahora mismo lo más importante era dirigir su vuelo a la Bahía que tenía frente a si. Llevaba ventaja y Meleys era más rápida. Lo explotaría, haría que Aemond la siguiese, manteniendo las distancias, lo máximo posible. Y esperaba encontrar, en lontananza, las otras dos figuras aladas.

Rhaenys observó a la inmensidad que era la negra figura de Vhagar contra el cielo mientras trataba que la Reina Roja tomara impulso para levantar el vuelo. La ágil dragona comenzó la carrera, desde el patio de armas a la muralla y de ahí a la torre del homenaja tratando de ganar altura pero se encontró de frente con la oscura llamarada de Vhagar. Pese al evidente peligro Rhaenys espoleó a su montura sabiendo que su vida dependía de tomar los cielos y Meleys atravesó la columna de fuego justo a tiempo pues Vhagar descendió como un plomo contra la torre del homenaje que se derrumbó con el impacto.

Ya en los cielos la reina que nunca fue trataba de orientarse, pero sus ropas aún incandescían y y la ceniza de su piel quemada le impedían distinguir norte de sur y solo la pesadez de su rival le daban algo de aire. Guiada tan solo por instinto el duo tomó rumbo hacia el mar, sabiendo que su única oportunidad era ir hacia Rocadragón y rezar porque sus aliados la socorrieran. Una y otra vez seguía evitando las llamaradads de Vhagar que aunque más lenta no estaba herida y era guiada con maestría por el príncipe Aemond.

Quizás si la lluvia hubiera amainado Rhaenys habría tenido mejores opciones, pero cansada, herida y desorientada solo tenía que cometer un error y tras varios minutos dando vueltas y revueltas lo cometió, para evitar el fuego de Vhagar viró demasiado al sur, permitiendo que la dragona negra se posicionara entre ella y Rocadragón. Sin una ruta clara amazona y dragona se lo jugaron todo a una carta tratando de dejar atrás a su rival por pura velocidad, y perdieron.

Las garras de Vhagar se clavaron en el costado de la Reina Roja y sus colmillos se cerraron contra una de sus piernas. Meleys empezó a caer en espiral y para evitar verse arrastrado Aemond obligó a Vhagar a soltar a su presa. El ojo del príncipe brilló con felicidad mientras su tía golpeaba las agitadas aguas del Gaznate. Aemond se preguntaba si merecería la pena descender a acabar con lo empezado cuando desde el este una llamarada azul anunció la llegada de más rivales.

Bruma avanzaba pesadamente bajo la lluvia azuzada por el bastardo de Marcaderiva y, tras él, el fuego rojo de Caraxes llenaba el horizonte.

Ests sin PoV realmente, pero no merece la pena ocultar nada.
Meleys sufre 2 puntos de daño
Bruma llega a tiempo de rescatar al duo antes de que se ahogasen, pero Vhagar huye
Caraxes llaga incluso más tarde que Bruma.
Asumo que marcháis a Rocadragón para descansar, pero si quieres hacer otra cosa avisa.
Asumo que Corlys y los de Marcaderiva marchan de vuelta a Valleoscuro.

Hola,

Si, a Marcaderiva a descansar obviamente. También te comento, tenía un token jodido y retrasado por los mercenarios, entiendo que me lo liberé ya.

Puede ser, recuerdame el tema en el que pasó eso y le echo un vistazo.

Aquí: Misión 28: El Ejército del Señor del Mar - La partida / Velaryon - Valar

El token sigue teniendo ese punto de daño, donde quiera que esté ese oro que les pagaste no lo tienes tú. Lo mismo está fundido con sus cadáveres en Grajal.

Si, eso ya lo estoy arreglando. Hablo del token “Rutas de Mar”, que estaba retrasado por el pago que le estaba haciendo a los mercenarios. Al no tener mercenarios, deja de estar retrasado, no?

El punto de daño lo tiene “Tesoros de los Nueve Viajes”, y ando recuperándolo.

Ah, eso sí, ese deja de estar retrasado