PoV
Davos Seaworth
Tokens
La Flota Real
Ejércitos
Se van a mover un total de 7 flotas (aunque solo 6 partirán) y 2 ejércitos.
- 1 de Rocadragón (Alzado) [Numeroso –1, Veterano +2, Arqueros +1, Caballería +1, Leva, Marinos] FUE: 14
- Flota Salladhor Saan (Alzado) [Numeroso –2, Veterano +1, Mercenarios, Marinos] FUE: 7
Objetivo
He negociado todo lo posible con Aegon y Martell…pero han ignorado mis demandas y ofertas. Ello implica que son enemigos del reino y, por ende, vamos a dirigirnos a Lanza del Sol para una expedición de castigo. Una vez lleguemos pondré la siguiente fase del plan, que esta ya es complicada per se.
Misión
Ir hacia Lanza del Sol y hacernos con la flota Martell, si tienen, y, posiblemente, intentar la captura del Príncipe Doran. Pero aquí lo que vamos a hacer es ir a encontrarnos con el enemigo para capturar sus naves (en algún barco habrá llegado Aegon) con mi mejor marino y superioridad naval.
Localización
Es un poco complejo, pongo dónde se encuentran todas las flotas y las maniobras:
MOVIMIENTO 1: mis flotas que estaban en el puerto de Desembarco y al lado de Valleoscuro se reúnen con la flota que está al lado de Bastión. En cada una de las flotas al lado de Desembarco embarca un ejército:
8 hexágonos → 40 horas +6 de embarcado (46) → Los de Valleoscuro llegan antes (7 hexágonos sin embarcado, 35 horas)
MOVIMIENTO 2: toda la flota reunida se mueve hacia Lanza del Sol

He evitado meterme en los Peldaños de Piedra. Aun teniendo a Davos y una flota grande, no es plan. Me verían desde Bosquepinto, posiblemente, pero, para entonces, estaré ya al lado de Lanza del Sol.
Somos 6 barcos (+3 horas) y con marcha cuidadosa, para pillar al enemigo sorprendido o por si hay flotas incoming (+1) → 8 hexágonos x 9 → 72 horas. La misión tarda, en total, 118 horas, así que para final de semana o lunes. Una vez cerca de Lanza, si no hemos encontrado la flota, pongo otra.
Recuerdo que quedan otras dos flotas patrullando Rocadragón y la entrada al Aguasnegras
Roleo
Davos volvía a navegar.
Aquellos días en tierra se le habían hecho raros. Por una vez Davos había tenido que ser un administrador y no un contrabandista. Un hombre de tierra y no uno de mar. Señores, nobles guerreros y vándalos glorificados, escuchando cómo hablaba con el nuevo Rey de Poniente, con Stannis Baratheon.
Habían pasado nuevos consejeros, se había rendido la Fortaleza Roja. Stannis había enviado a Pylos a la biblioteca y la Mujer Roja seguía presente. ¿Qué sería de Cressen?, ¿cómo estaría Marya?
Miró a Dale, que iba en la proa del barco. Velas negras, una cebolla. A su alrededor los pendones con el venado y la insignia real. Hacia el sur. Hacia el nuevo frente de guerra. ¿Terminaría algún día?
