POV:
Lord Tywin Lannister
Tokens:
Minas de Roca Casterly
Lannisport
Misión:
Lord Tywin Lannister dedicó sus días de encierro en Roca Casterly, además de para vigilar en persona los últimos arreglos de la fortaleza, para revisar las cuentas de Lannisport que los mayordomos le hacían llegar. Todo el flujo comercial a través del Camino del Océano se había detenido. Pero no así el que recorría las tierras del sur. Tywin ya consiguió imponer la paz entre Occidente y el Dominio en el último año y ahora, a pesar de la muerte del rey, Dorne, el Dominio y Occidente se encuentran en una paz relativa. No ha habido batallas en la región más allá del incidente de la quema del Bosque de Refugio Quebrado. Se pueden financiar más mercaderes que vayan a realizar esta ruta. Además, también se asegurará el que el camino de Cuevahonda sea un paso seguro para todos los que se dedican a transportar grano, vino, frutas y otros productos.
La guerra ha sido benévola con los Lannister, que si bien han perdido a su candidato al trono todavía mantiene el grueso de sus tropas intactas. Miles de caballeros han herrado sus caballos, demandado forja de armas y armaduras y todavía lo siguen haciendo, puesto que los ejércitos de Occidente no han sido derrotados. La ciudad de Lannisport durante el último año ha florecido, a costa de Desembarco del Rey, que ha sufrido un asedio y que ve su comercio con el resto de Poniente reducido, salvo el exiguo que venga del Norte y del Valle, sumado a la reciente paz que vive Bastión de Tormentas con Desembarco del Rey tras la muerte de Renly.
Mientras Lannisport permanecía intacta y los Greyjoy saquean otras zonas, Roca Casterly fue destruida y lo que supuso la ruina para los habitantes de la fortaleza ha supuesto una oportunidad para canteros, carpinteros, tejedores y no solo los la ciudad, los de todo Occidente.
Objetivo:
Desbloquear el token Reseras de Oro.
Roleo:
Las tabernas de Lannisport no disponían de un alojamiento libre desde hacía meses. Los hombres y mujeres que la guerra y la ruina de Roca Casterly habían atraído a la ciudad encontraron un lugar donde prosperar y asentarse. Las celebraciones de la ciudad tras el fin de los trabajos en el risco se alargaron durante días. El oro cambiaba de manos, las minas daban por primera vez síntomas de agotamiento ante la demanda creciente de moneda que vivía la ciudad, los lupanares vivían una época dorada y los días de mercado las plazas y el puerto se abarrotaban de gentes de Altojardín, Campoestrella y Antigua.