PoV
Larys Strong
Larys da órdenes a sus agentes para que vayan transmitiendo el mensaje hasta llegar a Perkin.
Tokens
Consejero de Rumores y Lord Confesor
Larys tiene una red de informantes y de agentes que van desde meros soplones a torturadores de las Celdas Negras. Como miembro del Consejo Privado, además, tiene acceso a información de primera mano sobre lo que acontece tanto en el Reino como en Desembarco del Rey.
Se usa la red de agentes del Consejero de Rumores para hacer llegar las órdenes y ayudar en que estas se cumplan.
Sangre y Queso
Larys tiene a mano asesinos a sueldo que no hacen preguntas y carecen de cualquier atisbo de moral.
Siempre que hay asuntos sucios que realizar, este par de agentes son de utilidad.
Ser Perkin la Pulga
El caballero apodado la Pulga es un caballero errante ambicioso y con ideas extrañas en la cabeza que le llevan a actuar de una forma que pocos esperan. Sirve a Larys Strong porque este le paga y lo mantiene con vida, o dicho de otra forma, no lo manda ejecutar.
Es en última instancia quien conoce mejor a los que trabajan para Mysaria y quien tendrá la voz cantante en este asunto.
Ejércitos
No.
Objetivo
Preparar incriminaciones de que Mysaria ha conspirado contra la familia real. Estas incriminaciones tienen que ser tanto reales como ficticias de ser necesario.
Misión
Ser Perkin comenzará a hablar con gente que trabaje para Mysaria e irá soltando poco a poco que el Gusano Blanco ha planteado la posibilidad de asesinar a Aegon II o a Halaena. Será discreto al decir eso y elegirá muy bien a quién se lo dice. Deben ser gente que trabaje para Mysaria pero a su vez deben ser gente que no tienda a hablar mucho. Perkin, además, insistirá que esa información es confidencial y que si se sabe, podrían tratar de ajusticiar a Mysaria. La idea es que haya al menos tres o cuatro personas que crean que la amante de Daemon quiere atentar contra la familia Real de los Verdes pero que no se expanda el rumor.
Mientras, Sangre y Queso tendrán localizados a los que ha escogido Perkin, aprenderán sus costumbres y sabrán donde viven y con quien se relacionan. Lo hacen para que cuando se de la orden de detenerlos sea algo rápido y se realice de forma eficaz y eficiente.
Esto se hace para que cuando se atente contra los hijos de Aegon II - algo que me ha planteado Cassandra Baratheon - pueda tener unos testigos a mano que interrogar delante de otros miembros del Consejo y que digan lo que sabían: que Mysaria quería asesinarlos. Así hay testigos que confirman que detrás del magnicidio estaba Mysaria y, por tanto, Daemon.
A tener en cuenta esto (y que Ser Perkin tiene un Mejorado por usar):
https://www.valar.es/t/historial-de-misiones/4083/259
Localización
Desembarco del Rey
Roleo
La taberna en los muelles de Desembarco del Rey estaba oscura y maloliente, sus mesas llenas de ratas y hombres bebidos que apenas podían mantener el equilibrio en sus bancos. Ser Perkin se sentó en un rincón apartado, con el capuchón bajo para no atraer miradas indiscretas, aunque en un lugar así, nadie prestaba mucha atención a las caras ajenas. Frente a él, un estibador, un hombre fornido de piel curtida por el sol y los años en el puerto, hablaba en susurros, sus ojos revisando cada rincón de la taberna.
– La Dama Blanca tiene en mente un método que no dejará lugar a dudas sobre quién está detrás. Será… definitivo, dijo Perkin con una jarra delante de sus labios.
– Es un plan jodido, demasiado incluso para mis gustos, murmuró el estibador, nervioso.
Ser Perkin asintió despacio, dejando que las palabras se asentaran.
– Por eso no debe salir de aquí. Si alguien se entera antes de tiempo, todos nosotros… bueno, ya sabes lo que eso significa, dijo, sin apenas mover los labios. La amenaza en sus palabras era implícita y clara. Sabía que, si aquello llegaba a oídos indebidos, Mysaria no dudaría en hacer desaparecer a todos los involucrados, incluyendo a aquellos que simplemente escucharon demasiado.
El estibador tragó saliva y se puso de pie, murmurando una última advertencia antes de marcharse.
– Ten cuidado, Perkin. Estos juegos no son para cualquiera. Luego, salió de la taberna con pasos apresurados, desapareciendo en la penumbra de la noche.
Ser Perkin lo observó mientras se alejaba y, con un movimiento sutil, alzó una mano en dirección a la esquina más oscura de la taberna. Queso, quien había estado allí desde el principio, oculto en las sombras, devolvió un asentimiento apenas perceptible. Sabía lo que debía hacer.