Rafa, si puedes poner este post detrás del último que hiciste tú en este hilo te lo agradezco Una aparición sorpresa. Es el final de los Stark en ese punto
Aquellas palabras que le dijo Lord Hoster al oído, la historia de que alguien más había detrás del secuestro de Lady Barbrey era ya evidente, lo había hablado muchas veces con Ser Brynden y era algo palpable detrás de ese secuestro se escondía alguien poderoso pero, Hoster Tully? Los Dioses hablarían pero antes de eso intentaría averiguar la verdad, no sin antes poner a buen recaudo a los suyos, a su prometida y a los norteños.
-Marchad a las tierras de Durry. Buscad a Lord Ryswell y decidle que su hija está a salvo, y que comenzaremos la marcha por el Camino del Río hasta Posada de la Encrucijada, nos encontraremos por el camino. - El hombre corrió hasta las caballerizas para montar en su caballo y marchar tan rápido como pudiese.
-William debemos marcharnos. - Su buen amigo aún seguía abrazado a su mujer, la que parecía un espectro, un fantasma de lo que fue… y lanzó una breve plegaria a los Dioses Antiguos, “Que el Norte la traiga la paz y la vida de nuevo” , aunque dudó que sin un arciano cerca nadie lo fuese a escuchar. Cuando los demás norteños estuvieron cerca los mandó preparar las monturas debían partir de inmediato de allí, Lady Barbrey debía volver a su hogar cuánto antes y sólo había una parada de por medio y no tardó en llegar a su destino… el palco central donde los hijos de Lord Hoster ya se habían bajado
-Mi señora. - dijo a Catelyn, con premura en su mirada, aquella buena mujer tenía lo ojos hinchados pero ni una sóla lágrima corría por su rostro. - Por el deseo de inocencia de vuestro padre cumpliré con su última voluntad, os llevaré a vos y a vuestros hermanos a la seguridad de Aguasdulces y esperaréis allí a mi regreso pues no dudéis que volveré a por vos. - de un modo u otro Catelyn aún tendría su papel en la vida de Brandon, para bien o para mal.
Cuando llegó a Aguasdulces la fortaleza ya bullía en movimiento, los Tully preparaban las defensas de la ciudad ante cualquier posible movimiento por parte del Rey o de la Justicia y supo que allí ya no tendría mucho que hacer, sólo una solicitud cuando se encontró cara a cara con el Castellano de Aguasdulces que ya estaba al corriente de todo lo que había ocurrido en el Torneo - Buscad cualquier tipo de movimiento extraño los días pasados en Aguasdulces, pues quiero confiar que Lord Hoster es inocente, quiero que os cercioréis que Lady Barbrey nunca estuvo aquí, que los hombres que la llevaron al torneo nunca estuvieron aquí, pues de no ser así vuestro señor será ajusticiado… y yo volveré. -
Lord William había acudido con su mujer a los aposentos del Maestre, donde iba a recibir los tratados primarios que requería, lo indispensable para iniciar el viaje y lo justo para que Brandon escribiese un mensaje para ser enviado con un cuervo a Invernalia, pues su padre debía ser conocedor cuanto antes de aquellas noticias. Cuando salió de ver al Maestre su aspecto no era mejor, pero al menos ahora vestía ropas limpias y olía a ungüentos, medicinas que el maestre le había suministrado - William, Barbrey debemos hablar, pero no aquí… - entregó la carta al maestre con el sello de la Casa Stark y se marchó con la joven pareja, había muchas preguntas que requerían respuesta.
No llegaba a las dos horas de abandonar Aguasdulces cuando un mensajero portaba noticias en nombre del mismísimo Rey, y no eran otras que unirse a la comitiva que se dirigía a Desembarco, pues Lady Barbrey era solicitada como testigo para el juicio al que se iba a someter Hoster Tully.
Brandon aceptó de mala gana, Desembarco quedaba demasiado lejos de la seguridad del Norte, pero sabía que en tan maltrecho estado no podía optar por la opción de huir o escapar así que no le quedó otra que permanecer allí mientras los hombres comandados por Ser Willem Whent. Pero antes tendría la conversación que no había tenido ocasión de tener con su buena amiga.
-Mi señora, debes ser fuerte. - comenzó a hablar Brandon subiéndose al carro en el que era transportada Lady Barbrey mientras hacía gesto al resto de sus hombres para que le dejasen hablar a solas con ella - Quiero que sepas que voy a estar contigo hasta que estés segura no pienso moverme de tu lado y os protegeré tanto a vos como a William. Pero antes de ir al Norte debemos acudir a Desembarco por orden del Rey… - le acariciaba la mano mientras la voz bronca de Brandon era casi un suspiro para no dañar sus oídos - Necesito que me digas lo que recuerdas, dónde habéis estado todo este tiempo? necesito algo, algún recuerdo sobre los captores… y sobretodo Barbrey si los Tully han tenido algo que ver en esto, porque si Hoster Tully muere nos veremos sumidos en una guerra… - No quería una guerra en el Tridente, su prometida… no quería pensar en ello ahora, porque aún temía más una respuesta afirmativa, si Hoster Tully era culpable lo vería arder con sus propios ojos.
-¿Quien más podría ser Brandon? - la ira inconsciente se mezclaba con la desesperación en los ojos temblorosos de Lady Barbrey - Ella no soporta verme, sabe que mi padre deseaba casarme contigo, sabe que era el único estorbo para vuestra bonita boda. -
“Tú conoces ya mucho más que yo de las personas malvadas de este mundo.” pensó Brandon, mientras con un protector abrazo la mostraba que allí estaría para siempre y una lágrima se escurría por sus mejillas.